Codelco actuó con convicción. Activó sus mecanismos jurídicos, coordinó acciones con los organismos competentes y transparentó la información necesaria para esclarecer los hechos. Esa conducta demuestra una cultura ética activa, que no se queda en manuales ni en declaraciones, sino que habilita decisiones que protegen la confianza del país.
La integridad (coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace) es el corazón de cualquier modelo serio de prevención y gestión de riesgos. Esa coherencia se prueba, especialmente, en momentos de tensión institucional. No basta con tener procedimientos, se requiere carácter organizacional y claridad de propósito. Porque incluso la inacción comunica, y a veces lo hace en la dirección equivocada.
La trazabilidad de la información, una gobernanza robusta y la articulación con el Ministerio Público y el CDE operaron aquí como verdaderas defensas del interés público. Los controles no son burocracia: son un mecanismo de protección que permite actuar a tiempo.
Pero quizás lo más relevante es lo que viene. Las exigencias hacia las empresas públicas seguirán aumentando: transformación organizacional, sostenibilidad, digitalización, rendición de cuentas permanente y un escrutinio social creciente. En ese contexto, tratar la integridad como un checklist desconectado del propósito no solo es insuficiente: es riesgoso. El futuro requiere modelos integrados a la estrategia, capaces de leer el entorno, anticipar riesgos sistémicos y sostener la legitimidad institucional en escenarios cada vez más complejos.
La lección no es solo para Codelco. Es para todas las organizaciones que aún reducen estas materias a un listado de acciones sin ancla ética ni sentido de misión.
Cuando una institución se sabe víctima y activa sus mecanismos de integridad, cumple con su deber legal; pero cuando, además, aprende del episodio y fortalece sus capacidades para el futuro, cumple con su responsabilidad ética frente al país.
Y eso, en tiempos en que la confianza es frágil, es un aporte irreemplazable. (El Mercurio Cartas)
Tamara Agnic
Directora de Codelco



