Un grupo de víctimas que representan la violencia en La Araucanía llegó hasta La Moneda, acompañados por el senador Alberto Espina, para reunirse, a solicitud del parlamentario, con el ministro del Interior, Mario Fernández, y poder contarle la situación actual en que viven, de temor y abandono, después de sufrir las consecuencias de un conflicto cada vez más radicalizado.
El senador Espina expresó que “la reunión con el ministro del Interior tuvo por finalidad mostrarle casos concretos de algunos de los cientos de víctimas de la brutal violencia que existe en la Araucanía, que quedan en el más absoluto y total abandono. Muchos de ellos pierden todo el esfuerzo de una vida de trabajo y el gobierno no puede seguir en una posición pasiva, sino que tiene que asumir un rol activo”.
En la reunión Espina presentó al ministro Fernández tres medidas en dirección a indemnizar a las víctimas de hechos violentos en La Araucanía.
Además, aseguró que con la primera busca “actuar frente al Banco del Estado para que les otorgue créditos a largo plazo en condiciones muy especiales, con el propósito que las víctimas puedan iniciar un nuevo emprendimiento; en segundo lugar, establecer una glosa en la Ley de Presupuesto para indemnizar a las víctimas de la violencia; y en tercero, dictar una ley que sea equivalente a la Comisión Rettig integrada por personas intachables y que indemnicen a todas las víctimas de la violencia con motivación política, a contar del año 90, ya que se trata de casos en que hay un evidente falta de servicio del Estado, y a esta comisión deberían concurrir todas las víctima y ser indemnizadas. Esa iniciativa legal la estoy preparando para presentársela al gobierno, ya que es una atribución exclusiva del Poder Ejecutivo, por nuestro régimen presidencial”.
Finalmente el senador Espina planteó que “esta situación no da para más. Los casos que llevamos son dramáticos, son de una brutalidad, en términos de la violencia cobarde ejercida en contra de las víctimas, que no puede el Estado de Chile seguir con una pasividad que resulta indignante, y además vergonzosa. El ministro se comprometió personalmente a avanzar en estas materias, y yo confío en que va a honrar la palabra empeñada”. (Agricultura)