¿Se acaba la ilusión?

¿Se acaba la ilusión?

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En Buenos Aires se respira un aire de pesimismo. Se empieza a desconfiar del exitismo del experimento del Presidente Javier Milei, y la gente se aferra nuevamente a los dólares como un refugio frente a la incertidumbre del futuro. El ensueño libertario parece estar en peligro.

La derrota de Milei y de su partido, La Libertad Avanza, en las elecciones de la provincia de Buenos Aires fue un golpe demoledor al proyecto del gobierno. El peronismo, conducido en la provincia por el gobernador Axel Kicillof y la coalición Fuerza Patria, superó por 14 puntos al partido de Milei, pese a que el Presidente hizo campaña en la provincia. Kicillof emergió como una carta de futuro del justicialismo, aunque seguramente el kirchnerismo resistirá el liderazgo del gobernador.

El costo social del ajuste económico está teniendo un impacto que supera la bienvenida reducción de la inflación. La canasta básica ha subido de precio y los salarios reales han caído. Fuera de la derrota en la provincia de Buenos Aires, Milei sufrió otro revés cuando el Congreso rechazó el veto presidencial para financiar las universidades y el mayor hospital pediátrico del país.

Milei se vio obligado a ofrecer mejoras a los jubilados y más fondos para la salud y la educación. Si bien las nuevas medidas de financiamiento para la salud, educación y jubilados fueron bien recibidas por los mercados, persistieron las críticas porque los aumentos no compensarían las pérdidas experimentadas. Paralelamente, Milei revirtió el cierre de la cartera de Interior para recomponer los lazos del Ejecutivo con los gobernadores provinciales.

Parte de la derrota se debió a la marginación del PRO del expresidente Mauricio Macri, por la obsesión de Milei de enterrar políticamente a Macri y ganar él solo, con la Libertad Avanza, las elecciones provinciales. Ahora se habla de integrar y reconstituir el diálogo con el “macrismo” con miras a las elecciones nacionales del 26 de octubre, pero no será fácil. Macri, quien reconoció que no hablaba con Milei hace más de un año, se reunió con el Presidente en la residencia de Olivos el sábado pasado, y estaría exigiendo una presencia sustancial de su partido en el gabinete.

A lo anterior se agregan las divisiones en el oficialismo entre Santiago Caputo, el asesor clave de Milei, por un lado, y los primos Eduardo y Martin Menem más Karina Milei, por el otro. Esta última está involucrada en un escándalo de coimas de la empresa farmacéutica Suizo-Argentina, supuestamente destinadas a la presidencia vía la hermana del Presidente, trama bajo investigación judicial que horadó la narrativa de Milei contra la “casta” y la corrupción.

El rumor hace un par de semanas fue de una inminente devaluación y cesación de pagos de la deuda, porque el gobierno agotaba sus reservas, y luchaba desesperadamente por contener el alza del dólar, poniendo en circulación alrededor de 1.000 millones de dólares para mantener la moneda dentro del régimen de bandas, en tanto subía el “riesgo país”. Al borde del abismo, la administración de Donald Trump le extendió a Milei una mano salvadora.

Milei pasó por Naciones Unidas, pero su propósito en Nueva York fue reunirse con Trump y conseguir un salvataje financiero. La solución del secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, fue que Washington comprará títulos argentinos en dólares, y se hará un intercambio de monedas, un “swap”, por US$ 20.000 millones. Los mercados reaccionaron con alivio. Entre los términos de la operación, Bessent reveló que se trabajará con el gobierno argentino para reformar su política monetaria. Lo más llamativo es que el secretario del Tesoro agregó que el rescate depende de un resultado favorable de las elecciones legislativas.

En definitiva, las elecciones del 26 de octubre condicionarán el plan económico de Milei. El Presidente no tiene mayoría parlamentaria y ha menospreciado a sus aliados y a los gobernadores, y el rescate financiero de Trump también depende de los resultados electorales. Por eso, menos de dos semanas antes de las parlamentarias, el 14 de octubre, Trump recibirá nuevamente a Milei, esta vez en la Casa Blanca, para darle un último impulso.

EE.UU. es un acreedor de las elecciones venideras. Con Trump y Macri de su lado, Milei abriga esperanzas. En la reunión de Nueva York, Donald Trump expresó su respaldo a la “reelección“ de Milei —aunque los comicios presidenciales no ocurrirán hasta 2027—, pero, erróneamente, subrayó la trascendencia para el futuro del mandatario argentino de las elecciones legislativas de octubre.

Heraldo Muñoz
Excanciller de Chile 2014 y 2018