El descongelamiento de la tarifa eléctrica que se hizo efectivo este lunes, generando un alza en las cuentas de la luz, ha provocado gran controversia en el país.
Si bien se trata de una decisión tomada, que fue votada por el Congreso en abril, ayer el ministro de Energía, Diego Pardow, anunció que el gobierno ingresará un proyecto para triplicar la cobertura del subsidio eléctrico a los hogares, para beneficiar a cerca de 10 millones de personas. La iniciativa busca rebajar los precios de la electricidad de forma permanente, en un 7%, a contar del próximo año. También, desde el Ejecutivo se anunció que esperan ampliar en un año la entrega del subsidio con una disminución gradual.
En el programa «Mirada Líbero», la vicepresidenta de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC) y exministra de Energía, Susana Jimenez, se refirió al descongelamiento de la tarifa y posterior anuncio del gobierno.
También abordó el aumento del salario mínimo a 500 mil pesos, que entró en vigencia este 1 de julio, y se refirió a la situación económica del país, considerando el Imacec de mayo, con un crecimiento por debajo de lo esperado.
«CIFRAS DE CRECIIENTO DEBILES»
«Fue decepcionante el Imacec de mayo, pero no sólo el de mayo. Creo que tuvimos una ilusión de una economía que se estaba recuperando. Eso alcanzó su peak en febrero, pero de ahí en adelante lo que hemos estado viendo son cifras muy, muy débiles», sostuvo Jiménez.
«Cuando lo comparas con el mes inmediatamente anterior, y sacan los elementos estacionales, lo que estamos viendo es el tercer mes consecutivo de caída. Y eso es bastante grave, porque eso ya no habla de un estancamiento, sino que definitivamente de un retroceso que está haciendo que se ajusten todas las proyecciones de crecimiento para este año«, explicó.
La vicepresidenta de la CPC dijo que «estamos ahora con alza de los costos de la energía, estamos con debates tributarios, con una agenda laboral muy fuerte, muy de alto impacto en el PIB, en la actividad económica, estamos con una expectativa tanto en el mundo empresarial como en los consumidores siempre en terreno negativo«.
Y cuestionó: ¿Dónde, más allá del extraordinario precio del cobre, que nos ayuda mucho, por cierto, se ve esta posibilidad de repuntar económicamente? A mí me preocupa que no veo esas señales realmente». «Las pymes no reciben ningún subsidio, por lo tanto hay un impacto en la actividad económica y en la recaudación fiscal», agregó.
En esa línea, afirmó que «alcanzar un 4% de crecimiento es totalmente imposible… El Banco Central lo había ajustado entre 2,25% y 3%, el dato del Imacec de mayo hace pensar que vamos a estar más cerca del piso que del techo».
«Yo diría que este año el crecimiento probablemente ande más cerca de 2,4%, 2,5%, y no mucho más que eso. El gran signo de interrogación es qué va a pasar con las inversiones», advirtió.
«NO QUISIERON SINCERAR LAS TARIFAS»
Respecto al congelamiento de los precios de la luz, que se mantenía desde 2019, explicó que «este proyecto nació post estallido y llegó a un proyecto de estabilización de precios para no traspasar en ese momento de convulsión social estas alzas de tarifas a público. Eso uno lo entiende en el contexto, pero la verdad es que es una primera señal en que dejamos de ver los costos reales, y eso siempre tiene consecuencias«.
«Tenía un límite en cuánto a endeudamiento, y llegado al momento, en esta administración, en 2022, no se quisieron sincerar las tarifas y esto fue acumulando una deuda con las generadoras que hoy día alcanza del orden de 6 mil millones de dólares», agregó.
De acuerdo con Jiménez, «es malo generar distorsión en los mercados. La prórroga del congelamiento a las tarifas no es una buena idea, y en ese sentido, creo que un gran activo que tenemos como país es que respondemos a señales de precios correctas. Cuando entras en esta espiral de empezar a congelar o a intervenir los precios, se producen este tipo de problemas que en algún minuto hay que corregir».
«DESCONGELAR»
Jiménez afirmó que «mi primera opción hubiese sido descongelar lo más rápido posible las cuentas. Ahora, entendiendo que esto tiene un impacto y que el gobierno está muy atento, aquí es un año electoral… Y pienso que es mejor un subsidio que seguir con un congelamiento que realmente no tenía ningún sentido».
«Si uno quiere tratar de amortiguar el efecto en los hogares, es mejor una transferencia directa transitoria que empezar a intervenir el mercado con señales de precios que no son las reales, que es un congelamiento de precios. Es no reconocer el costo real de la energía», añadió.
«FORMULA DEL GOBIERNO ES COMPLEJA»
En cuanto al proyecto del gobierno para triplicar la cobertura del subsidio, dijo que es una «fórmula compleja». «Se aprobó un subsidio que básicamente tenía un costo del orden de 120 millones de dólares, 100 que ponía el Estado, todos nosotros, los contribuyentes…con una combinación de financiamiento que es, a lo menos, debatible«, agregó. «Aumentar aún más este cargo por servicio público impacta en el precio de la energía, lo pagan los generadores. Luego incluyen también un impuesto verde, a las emisiones de carbono, específicamente a las termoeléctricas, también eso incide finalmente en las cuentas de la luz», explicó la ex ministra.
«Así como hubo un entusiasta apoyo a mantener congeladas las tarifas, porque suena muy popular, al final alguien tiene que pagarlo, y cuando llega la hora de pagar la cuenta por supuesto saltan todas las preocupaciones en un año de elecciones municipales que presionan al gobierno», agregó. En esa línea, sostuvo que «el ministro Marcel, que originalmente había dicho que para esto no había recursos, debe haber sentido la presión de la coalición de gobierno«.
«ALZA DE SALARIO BENEFICIA A EMPLEADOS Y PERJUDICA A LOS CESANTES»
Sobre el aumento del salario mínimo a 500 mil pesos, la vicepresidenta de la CPC afirmó que «es una intervención al mercado laboral, que beneficia a los que hoy tienen trabajo pero perjudica a los que no, o bien a los que son más jóvenes y tienen menos habilidad y competencia».
«En la medida que encareces la contratación de mano de obra, todo negocio tiende a disminuir la demanda por mano de obra, a sustituir por tecnología, por automatización, etc. Todos queremos ver mejores ingresos para todos los trabajadores, pero no queremos que eso signifique que haya más gente sin trabajo, o bien, otro problema que tenemos muy latente en Chile, la informalidad», explicó.
Así, planteó que «estamos con una agenda que sólo encarece, dificulta y hace más inflexible el mercado laboral. Cuando no hay crecimiento económico hay menos oportunidades laborales, pero además estas medidas, al encarecerlo, promueven la sustitución o el desarrollo de actividades menos intensivas en mano de obra». «La mayor política social que un país puede tener es generar empleo, más que hacer transferencias directas», cerró. (El Líbero)



