La candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, ha generado un significativo revuelo en la recta final de la campaña al abrir la puerta a la posibilidad de suspender o renunciar a su militancia en el Partido Comunista (PC), tienda a la que pertenece desde los 14 años.
La histórica militante comunista planteó que esta acción es «bien probable» debido a la «tanta controversia» que se ha generado en torno a su pertenencia partidaria durante la campaña, buscando así dar «señales claras» al electorado a poco más de una semana de los comicios.
Este cambio de postura representa un quiebre con su firme defensa inicial de su afiliación, incluso en el contexto de la controversia por el «anticomunismo» que se instaló tras las primarias de Unidad por Chile, donde su contendora, Carolina Tohá (PPD), afirmó en junio que no era partidaria de un «gobierno del PC», una polémica que Jara entonces optó por desdramatizar, recordando que el PC ya era parte del actual gobierno.
La idea de una «descomunización» de la candidata ha estado presente en el debate político desde su triunfo en las primarias de junio, una jornada en la que se notó la ausencia de banderas del PC en su celebración, vista por algunos como una sutil «señal».
Aunque el timonel del PC, Lautaro Carmona, había negado rotundamente la existencia de tal estrategia, y Jara misma había descartado el tema hasta julio, el debate fue reinstalado por el exalcalde Daniel Jadue quien, aunque luego matizó sus dichos, sugirió que la candidata suspendería su militancia para enfocarse en una tarea más amplia de gobierno.
Con el avance de la carrera presidencial, Jara ha marcado una creciente distancia con el actual Gobierno y con algunas posturas del propio PC, como se evidenció en su giro sobre la situación democrática en Cuba y su fuerte desmarque de las críticas de Lautaro Carmona a la gestión del exministro de Hacienda, Mario Marcel, defendiendo la responsabilidad fiscal.
Para los expertos, estas acciones reflejan el «complejo y doble equilibrio» que enfrenta la candidata como figura del oficialismo ante el rechazo que su partido aún genera en amplios sectores. La apertura de Jara a abandonar el PC busca, según sus palabras, «ahorrar problemas» y concentrar sus fuerzas en «conducir Chile» en caso de ser elegida. (NP-Gemini-Emol)



