A propósito del Primer Foro Académico Chile Italia —inaugurado el 22 de mayo en Concepción y que asocia a universidades de ambos países, luego de varios años de trabajo desde la Embajada de Chile en Roma, para generar un diálogo académico y cultural consistentes—, quisiéramos resaltar la importancia de las relaciones culturales como un elemento clave para unir a las personas y naciones.
Un intercambio activo y recíproco de obras, acciones culturales e investigaciones permite cultivar a nuestras nuevas generaciones en principios que distinguen a las sociedades civilizadas y que se expresa en elevar el espíritu por la buena música, la buena lectura, la ciencia, y en general con toda manifestación que comprenda valores y principios superiores.
Por otra parte, la reciente Bienal de Venecia nos mostró una especial y positiva alianza, entre los actores públicos y privados de Chile, para enfrentar un desafío que sin duda arroja resultados muy positivos. Las “Visiones Alteradas”, de Voluspa Jarpa, congregó a muchos visitantes al Pabellón Nacional con un resultado excepcional.
A esto se suma una interesante secuencia de acciones en el plan cultural con Italia, país que, sin duda, es la cuna de las artes.
Las participaciones chilenas del mismo carácter, como las del Libro e Ilustración Infantil en Bolonia, con el éxito de “Al Sur de la Alameda” de Lola Larra y Vicente Reinamontes; la presentación de la Compañía de teatro infantil Aranwa, en la misma ciudad; las traducciones de jóvenes autores chilenos al italiano; las exposiciones pictóricas en Roma; los lanzamientos del libro “La Scuola Violoncellistica di Gaetano Ciandelli” de Enrica Donisi en Nápoles, que narra los albores y la evolución de la música docta en Chile.
Luego, en Vicenza, Aldo Rozzi lanzó su libro “Sulla Rotta di Pigafetta, Terra del Fuoco 500 anni dopo”, que nos muestra la primera y cercana relación del cronista italiano quien, contando la hazaña de Hernando de Magallanes, nos visualizó como país desde las naves pequeñas y heroicas que unieron los dos grandes océanos.
Mención especial ha revestido el homenaje en Florencia en que la Embajada de Chile en Italia, el Ministerio de las Culturas, Artes y Patrimonio y la Dirac del Ministerio de RR.EE. se asociaron para conmemorar los noventa años del fallecimiento de la destacada escultora Rebeca Matte.
Este homenaje sin duda es la culminación de un largo y laborioso esfuerzo por descubrir y poner de relieve la inmensa y valiosa obra de una mujer precursora del arte escultórico y que fuera la primera mujer en recibir el título de Profesora Honoraria de la Academia de Bellas Artes de Florencia, cuna del arte renacentista.
Las ceremonias fueron realizadas en los palacios Pitti y Stibbert de la ciudad de la Toscana y congregaron a diversas personalidades del mundo cultural de Italia y Chile, y entre estas últimas, de la destacada académica Isabel Cruz de Amenábar, quien presentó su libro “Rebeca Matte Bello, 1875-1929”, una obra que es elocuente para exaltar a su gran figura.
En todas y cada una de estas actividades siempre ha estado muy presente Leonardo da Vinci, que a los 500 años de su partida sigue siendo la expresión superior de la imaginación creadora y del arte en el mundo.
Su genio y su figura son parte, ahora, de la extraordinaria iniciativa de acercar a Leonardo a un Chile que necesita del impulso cultural, científico y creador en todas sus actividades. No solo para disfrutar del progreso y desarrollo económico, que nos sitúa a la cabeza de América Latina, sino además para cultivar el espíritu a través de la ciencia y la cultura, como también un aporte a la patria.
Sergio Romero
Embajador de Chile en Italia