¿Por qué, entonces, este hito aparece solo como un triunfo de Jeannette Jara? Porque parte de la derecha acusa hasta hoy a Chile Vamos —y a Evelyn Matthei— de haber entregado el sistema de pensiones al Gobierno, sin reconocer como propio el logro que ellos mismos ayudaron a concretar ni celebrarlo como corresponde.
Está claro que no es una reforma perfecta: requiere ajustes importantes, sobre todo considerando la situación fiscal que deja el actual Gobierno. También es innegable que se debe aumentar la edad de jubilación. Para eso se necesitan mayorías parlamentarias y voluntad de diálogo.
El verdadero riesgo de avanzar hacia un sistema de reparto está en la composición del próximo Congreso. El oficialismo irá en lista única, lo que lo favorece; la oposición, en cambio, se encamina a competir dividida.
Si un candidato presidencial no está dispuesto a dialogar con quienes no comparten sus posturas, el futuro de Chile será aún más incierto. (El Mercurio)
Iris Boeninger



