Reforma al sistema político

Reforma al sistema político

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Sebastián Edwards en su columna de ayer fundamenta su opción A favor en el plebiscito del 17 de diciembre próximo, elogiando la reforma al sistema político por el Consejo Constitucional, y se refiere, en particular, al sistema electoral alemán. Como este ha concitado gran interés en partidarios y adversarios del anteproyecto constitucional, me parece necesario revisar el texto de Edwards.

En primer lugar, define el “modelo alemán” por combinar “un representante por distrito con listas cerradas a nivel nacional”. Este es un error: las listas de candidatos de los partidos no son nacionales, sino que por Länder.

En segundo lugar, el sistema electoral alemán sería “híbrido”: una mitad del Bundestag es elegida en distritos uninominales, y la otra mitad, por listas por los Länder, “combinando” elementos del sistema mayoritario con el proporcional.

Eso no es así. Solo hay dos tipos de sistemas electorales: mayoritarios y proporcionales. En el caso alemán, “el elemento decisivo es la proporcionalidad” (Nohlen, 1981: 520).

En tercer lugar, Edwards considera que existiría solo un tipo de sistema electoral de representación proporcional. En verdad, no existe uno, sino que tres subtipos:

1) Representación proporcional pura. Aspira a la proporcionalidad lo más exacta posible, con un distrito nacional. Existe en Holanda e Israel; 2) Representación proporcional imperfecta. Dificulta el acceso a los escaños, por lo general, mediante una barrera natural (distritos electorales pequeños), con resultados electorales que benefician a los partidos grandes. Existe en España y Portugal, y 3) Sistemas proporcionales que dificultan lograr escaños mediante la barrera legal. Tienen Alemania y Suecia.

No sabemos cuál de estos subtipos de sistema electoral de representación proporcional adoptó el Consejo Constitucional.

El sistema electoral es fundamental en el sistema político. Ahora aún más, porque se le está definiendo en el anteproyecto constitucional. Por ello, debiera ser analizado con rigor científico, que lo tienen sus estudiosos, constitucionalistas y cientistas políticos. Cuando se pertenece a otras disciplinas, es necesario informarse bien para no confundir al lector. (El Mercurio Cartas)

Carlos Huneeus