Eran pasadas las 19.00 de ayer cuando la convencional Constanza San Juan (IND), flanqueada por varios de sus pares, dio un punto de prensa en el exCongreso en Santiago. Ahí, leyendo desde su celular, enumeró con nombre y apellido a cada uno de los 10 socialistas -además de Renato Garín (IND)- que, minutos antes, habían rechazado en general el informe de segunda propuesta de la comisión de Medio Ambiente.
En concreto, la acusación iba dirigida a los convencionales del Colectivo Socialista Carlos Calvo, Adriana Cancino, Tomás Laibe, César Valenzuela, Patricio Fernández, Maximiliano Hurtado, Pedro Muñoz, Ricardo Montero, Matías Orellana y Ramona Reyes. Ellos fueron parte de los 46 votos en contra del informe -entre los que también estaba la derecha y el Colectivo del Apruebo-, los que junto con las ocho abstenciones lograron que el texto se cayera y fuera devuelto a la comisión en su totalidad para elaborar un informe de reemplazo.
Entre sus normas, el informe incluía un artículo que pretendía cambiar los derechos de agua por autorizaciones de uso, y otro que reemplazaría las concesiones mineras por autorizaciones entregadas por el Estado.
Las declaraciones de los convencionales a la prensa estuvieron precedidas por duros emplazamientos que ocurrieron en el hemiciclo, apenas concluyó la votación. “¡Traidores, traidores!”, exclamaban algunos convencionales del grupo de los autodenominados eco-constituyentes –Juan José Martin, Camila Zárate, Elsa Labraña, Alvin Saldaña, Gloria Alvarado, Francisco Caamaño, Cristóbal Andrade, entre otros-, apuntando a los socialistas. Ese grupo corresponde al conjunto de constituyentes de distintos colectivos que comparten un rol activista en materias medioambientales.
“No tenemos explicación, no nos han dado explicación tampoco. Habían acuerdos, habían conversaciones. Hicimos un diálogo transversal con todas las fuerzas transformadoras. Ahora, las personas que les vamos a pasar a señalar decidieron darle la espalda a las comunidades, a los pueblos y a los territorios”, manifestó, posteriormente, la co-coordinadora de la comisión de Medio Ambiente, Camila Zárate (Pueblo Constituyente).
Así, nuevamente los socialistas estuvieron en el centro de las críticas de sus pares. Pero esta vez con “funas” y gritos en su contra.
Los cuestionamientos no provinieron solo de un colectivo en particular, sino que también se extrapoló a otros como el Frente Amplio. Tras la votación se acercaron los convencionales de este último colectivo, Constanza Schönhaut, Daniel Stingo e Ignacio Achurra a su par socialista Tomás Laibe para reclamarle por cómo votaron el informe. Schönhaut le cuestionó que ella le había consultado durante la mañana respecto a la postura que tendrían y recriminó la decisión de rechazar en general.
En el FA, de hecho, reconocen su malestar. Señalan que el comportamiento del PS durante las votaciones de ayer “genera dificultades políticas porque no se entiende la base de los argumentos que esgrimieron”.
Desde el FA aseguran que estaban los ánimos de aprobar en general y, luego en particular, rechazar varios artículos del informe. En este sentido, uno de sus convencionales señala que el texto votado ayer “era muy deficiente”. Por eso, junto a otros colectivos iban a rechazar gran parte de él. “Tenía cuestiones que no contaban con ningún apoyo, pero tenía algunas normas que valían la pena, como algunos artículos, no todos, en materia de minería, de agua, bosques y tres artículos del Estado Empresario”, agrega.
Estratégicamente, sostienen desde el FA, valía la pena aprobar en general, porque habría permitido “limpiar” el texto y advertir cuál es la postura del pleno frente a los temas abordados en la propuesta.
Las mismas fuentes argumentan que los socialistas ya habían tenido un comportamiento similar durante las pasadas votaciones de Sistema Político -aunque no tanto como No Neutrales, precisan-. Además, señalan que el acuerdo para la votación en general de los informes -cuando se aprueban o rechazan como bloque- era aprobarlos, salvó solicitud expresa de coordinación de comisión. Los socialistas, eso sí, desconocen ese acuerdo.
En este sentido, Christian Viera (Frente Amplio) afirmó que “las discrepancias políticas son legítimas y, en ocasiones, tenemos diferencias en torno al diseño de las normas. Eso ha ocurrido y va a seguir ocurriendo. Sin embargo, lo que pasó ayer fue un error en la estrategia del PS porque no era necesario alargar el proceso”.
Con todo, según Viera, “eso en nada disminuye la responsabilidad en el comportamiento de quienes ayer reaccionaron tan violentamente”.
Por su parte, los socialistas argumentan que el rechazo en general del informe era conveniente, pues de todas formas la mayoría de sus artículos habrían tenido la misma suerte en particular. De hecho, tienen en mente que durante la votación en particular del primer informe de la comisión de Medio Ambiente, solo se aprobó un inciso dentro del total de 40 artículos que se votaron.
Las recriminaciones hacia los socialistas, además, ocurren en momentos en que ya están enfrentando críticas por la postura que han adoptado en la comisión de Sistema Político, instancia que pasa por un momento clave. Ahí, ese colectivo está firme en mantenerse en que la Cámaras de las Regiones -que reemplazaría al Senado- tenga más atribuciones. Si bien entre distintos colectivos reconocen que el ambiente está tenso, no debería afectar las negociaciones que están en curso para presentar las indicaciones para estas materias, cuyo plazo vence el lunes, a las 23.59.
En ese sentido, hay consenso en que para la construcción de los 2/3 de quórum, es preciso resolver cuánto antes cualquier diferencia “para seguir construyendo juntos”.
Hoy durante la mañana, parte del pleno de Sistema Político, tuvo intervenciones para condenar el episodio de anoche. Asimismo, varios convencionales esta mañana acusaban, sin mencionar quiénes, que incluso estuvieron involucrados asesores que recriminaron a convencionales socialistas. Varios constituyentes de derecha se acercaron a darle apoyo a los socialistas, mientras ellos respondían: “No nos van a amedrentar, actuamos por convicciones”.
Consultado por lo de anoche, Laibe manifestó que “evidentemente se genera una tensión, pero esto es normal en la Convención, hemos tenido muchos momentos así. La diferencia es que en este momento hemos entrado en descalificaciones personales y eso nosotros no lo compartimos. Esperamos el rechazo de los colectivos a esa actitud de matonaje”.
Asimismo, agregó que como colectivo estaban evaluando tomar acciones en el comité de Ética.
La noche de ayer los socialistas ya se habían pronunciado para defenderse. El mismo Laibe, acompañado de la mayoría de sus pares, actuó como vocero y manifestó que “la tónica del día ha sido la persecución, la funa y el matonaje” y que “nosotros no vamos aceptar eso. En democracia las diferencias de opiniones se defienden con argumentos”.
Tal como señala Laibe, en el marco de la Convención ha habido incidentes similares como cuando tres convencionales indígenas presentaron una indicación sobre propiedad indígena en conjunto con algunos colectivos de izquierda que terminó en insultos con megáfono y pancartas contra Isabel Mamami, entre otros.
Las críticas, en todo caso, no solo apuntaron a que los socialistas rechazaron el fondo de las materias, sino a que también con su estrategia afectaron los plazos de la Convención.
Desde Movimientos Sociales Constituyentes, uno de los colectivos que más eco-constituyentes congrega, uno de sus convencionales transmite que lo grave del asunto es que “los que rechazaron en general sabían que esto rompía el cronograma”. “No hay espacio para que un informe vuelva a cero, porque si rechazas en general tienes que hacer un informe de reemplazo. Lo que se rechaza va a segunda propuesta constitucional y significa dos pasadas más por el pleno. En cambio, si se rechazaban solo normas en particular, solo había espacio para un nuevo informe y se respetaba el cronograma”, explica el convencional.
En este sentido, cabe destacar que el trabajo de las comisiones -y por lo tanto, de las votaciones de normas en el pleno-, están programadas, hasta ahora, para que finalicen el 13 de mayo, pues, a partir del 17 de ese mismo mes, iniciará el trabajo de las comisiones de Armonización y de Transitorios.
En este sentido, el vicepresidente Gaspar Domínguez (No Neutrales) explicó que cuando algo se rechaza en general, implica “una vuelta más, es decir, un pleno más”. El convencional agregó: “Hasta el momento se han rechazado dos informes en general (…). Por cierto, eso nos enfrenta al desafío de tener que ajustar o apretar lo que viene de aquí en adelante. No descartamos la posibilidad de tener que postergar las votaciones para el sábado o un domingo si así fuera necesario. El día de hoy, no es necesario, pero tenemos abierta la posibilidad a que esto pueda ocurrir”.
Las críticas contra los socialistas, eso sí, no provinieron de toda la izquierda. Los Independientes No Neutrales tienen un diagnóstico más cauto. Sobre el resultado de la votación, la convencional Tammy Pustilnick señaló que “es propio de las democracias deliberativas, donde existen posiciones muy diversas”.
Por otro lado, desde RN-Evópoli-IND los convencionales Roberto Vega y Paulina Veloso enviaron un oficio a la presidenta de la Convención, María Elisa Quinteros (MSC)en el que compararon la situación con una dictadura. “El dar nombres de convencionales a la prensa como si estos hubiesen cometido algún delito por manifestar su opinión contraria a un informe, nos recordó los regímenes totalitarios y específicamente trajo a nuestras memorias las conocidas listas del régimen de Stalin en la época de la ex Unión Soviética”, se lee en el texto. (La Tercera)


