Reaparición de las tensiones en el Canal de Panamá

Reaparición de las tensiones en el Canal de Panamá

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En el mapa estratégico de América Latina, el Canal de Panamá es más que una obra de ingeniería: es la arteria que conecta dos océanos y que sostiene la respiración económica del comercio global. Concebido como un símbolo de neutralidad y libre tránsito, hoy su cauce vuelve a agitarse, no por el paso de buques colosales, sino por las olas de una disputa geopolítica que lo sitúa, una vez más, en el centro de un juego de poder.
En el reciente debate del Consejo de Seguridad de la ONU, voces estadounidenses advirtieron sobre la “influencia excesiva” de China en infraestructuras clave vinculadas al canal, calificándola como una amenaza para la seguridad global y la estabilidad del comercio internacional. Pekín respondió con un tono firme, acusando a Washington de “politizar” el tema y reiterando su respeto por la soberanía panameña y la neutralidad permanente establecida por los Tratados Torrijos-Carter. Más allá de la retórica, la verdadera relevancia radica en el momento en que se produce: las negociaciones arancelarias entre ambas potencias avanzan, y el presidente Donald Trump, fiel a su estilo, no vacila en incorporar asuntos estratégicos a paquetes de negociación que, en apariencia, no tienen relación directa.
La estrategia de China en Panamá no apunta a un control frontal ni a la violación de acuerdos internacionales, sino a una penetración económica gradual. Esta se manifiesta en concesiones portuarias de largo plazo, inversiones constantes en infraestructura, integración de redes logísticas y tecnológicas, y un creciente intercambio comercial. Aunque no exista un control formal, esta presencia confiere a Pekín una capacidad de influencia estructural sobre rutas marítimas, costos logísticos y disponibilidad de servicios críticos.
Washington, por su parte, ha respondido securitizando el tema. Esto se traduce en financiamiento para reemplazar equipos de Huawei, refuerzo de la cooperación en seguridad portuaria y marítima, y exigencias más estrictas en la adjudicación de contratos y licitaciones estratégicas. Con un enfoque transaccional característico, Trump podría integrar estas medidas en un mismo paquete que incluya aranceles, restricciones tecnológicas y concesiones en otras áreas de interés.
Para Panamá, el mayor peligro no es la disputa misma entre potencias, sino la posibilidad de convertirse en moneda de cambio dentro de un acuerdo que se negocie lejos de sus costas. Para evitarlo, el país necesita robustecer su resiliencia institucional diversificando proveedores y operadores en infraestructura crítica, reduciendo su dependencia de un solo actor. Asimismo, debe priorizar una gestión hídrica que garantice la operatividad del canal incluso frente a sequías prolongadas, y consolidar mecanismos de supervisión multilateral que permitan verificar de forma independiente su neutralidad.
En el clima político actual, la probabilidad de que el Canal de Panamá aparezca en la agenda informal de las negociaciones arancelarias es alta. De mantenerse la dinámica, podrían darse tres escenarios: un compromiso transaccional donde China limite su presencia en activos estratégicos a cambio de beneficios comerciales; una confrontación securitizada que aumente la presencia militar y tecnológica de Estados Unidos mientras Pekín profundiza su inserción económica; o un fortalecimiento institucional panameño que blinde el canal como bien público global. La historia reciente sugiere que el desenlace más probable será una coexistencia entre acuerdos parciales y tensiones persistentes.
Si Panamá logra transformar la competencia entre potencias en una oportunidad para modernizar sus capacidades y reafirmar su credibilidad internacional, el canal seguirá siendo un puente entre mares y no un peón en un tablero ajeno. De lo contrario, podría convertirse en ese campo de batalla invisible donde se libran no solo guerras comerciales y tecnológicas, sino también las batallas más silenciosas por el control del siglo XXI. (Red NP)

Andrés Liang

Experto en geopolítica y Seguridad