Puerto Rico entra en default y se convierte en la "nueva Grecia"

Puerto Rico entra en default y se convierte en la "nueva Grecia"

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Puerto Rico entró formalmente en una situación de impago. El lunes, el estado libre asociado a Estados Unidos debía desembolsar US$ 58 millones a una de sus agencias, la Corporación de Financiamiento Público (CFP), una pequeña parte de una deuda de US$ 72 mil millones. La isla sólo abonó US$ 628.000 por “falta de fondos asignados para el año fiscal en curso”, según dijo la presidenta del Banco Gubernamental de Fomento, Melba Acosta.

Es la primera vez en la historia que Puerto Rico no paga una deuda. Tras ocho años de recesión, la situación era previsible, ya que el gobernador local, Alejandro García Padilla, había reconocido a fines de junio que la deuda era “impagable”.

A pesar de que el gobierno tenía la opción de utilizar fondos de otras instituciones para desembolsar parte de la deuda -tal como lo hizo en el pasado-, decidió no realizarlo, argumentando una falta de liquidez que afectaría los servicios de la ciudadanía.

Ahora, el futuro económico de la llamada “Grecia del Caribe” es incierto. Hay quienes catalogan el impago como el inicio del “default”, sin embargo, el gobierno boricua dijo que no era el caso, ya que han abonado otros pasivos al país.

En el caso de que Puerto Rico se declare en  quiebra, sería la bancarrota más grande de un “gobierno regional” en la historia de Estados Unidos.

Esto, considerando que en agosto vencen varios plazos para pagar préstamos a diferentes instituciones nacionales, que suman unos US$ 3.035 millones en total.

La deuda total de Puerto Rico es similar a la de Nueva York, pero la economía de ese estado es de US$ 1,15 billones y la de la isla es de US$ 64.000 millones.

Según consigna el diario El País, los grandes acreedores de Puerto Rico son fondos de alto riesgo (US$ 22.000 millones), inversores de éstos, cooperativas de crédito y ahorro (US$ 20.000 millones), y fondos mutuos estadounidenses (US$ 10.000 millones).

A diferencia de Grecia, Puerto Rico no puede pedir un rescate financiero por su condición de estado libre asociado a Estados Unidos, ni tampoco tiene protección de bancarrota, sin posibilidad de reestructurar su deuda a menos que la ley sea modificada.

La isla caribeña, de 3,5 millones de habitantes, vive con una tasa de desempleo de 12,6%, más del doble que el promedio en Estados Unidos. Este hecho, además de la recesión, ha provocado una fuerte migración en los últimos años, la que se ha intensificado. Entre 2010 y 2013, 144 mil personas abandonaron la isla, con destino  hacia estados como Florida y Nueva York, principalmente. Hoy, uno de cada tres nacidos en la isla vive en Estados Unidos.

El aumento de despidos, sumado a un impuesto sobre la venta de 11,5%, el más alto comparado a cualquier estado de EE.UU., ha fomentado el éxodo de los boricuas. García Padilla anunció, además, un nuevo gravamen a los servicios, el que entrará en vigor el 1 de octubre. A esto hay que añadir la sequía que vive la isla, donde en algunos sectores se ha cortado el suministro de agua hasta por dos días.

Incluso la familia del cantante Ricky Martin se ha visto afectada. La cafetería del primo del cantante, Walter Martin, pasa prácticamente vacía y ha tenido que despedir a parte de su personal.

REESTRUCTURACIÓN

Puerto Rico busca que Washington enmiende la ley de quiebras federal para poder declararse en bancarrota, tal como pueden hacer los estados en EE.UU., y a la que se acogió Detroit en 2013.

El 15 de julio, los senadores demócratas Richard Blumenthal y Charles Schumer, introdujeron un proyecto de ley que le otorgaría a Puerto Rico la autoridad para solicitar la bancarrota bajo supervisión de una corte. García Padilla viajó a Washington a finales de mes para obtener apoyo entre los legisladores en el Congreso.

También la isla está preparando un plan de reestructuración de la deuda, que presentará el 1 de septiembre, para intentar llegar a un acuerdo con los acreedores. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, consideró ayer que la reestructuración ordenada de la deuda era la mejor opción para a isla, lo que permitiría a Puerto Rico superar sus problemas.

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