¿Cuánto podrá aumentar el gasto público en 2025? Los recientes resultados entregados por los comités de expertos del precio del cobre y el PIB tendencial no minero levantaron inmediatamente dicha interrogante. Es importante recordar que, en nuestro marco fiscal, el crecimiento del gasto se determina en base a la estimación de ingresos permanentes o estructurales, y no lo contrario (para una determinada meta de balance fiscal).
Por eso, una buena estimación de los ingresos es crítica y se lo grafico con el siguiente ejemplo del presupuesto 2024. Si se hubiera realizado una estimación más precisa de los ingresos estructurales, el gasto público en el proyecto de ley de presupuestos podría haberse incrementado solo un 1,32% respecto al año 2023, es decir, menos de la mitad de lo planteado por el Ejecutivo (3,5%). Esto significa unos US$ 1.800 millones menos de gasto público para el año 2024 (y de deuda neta). Para poner esto en perspectiva, dicha corrección equivale al costo fiscal anual de la Pensión Garantizada Universal para 630.000 pensionados.
Los errores de proyección son parte de los desafíos que enfrenta la política fiscal y ningún gobierno está exento de aquello. Desde el año 2001 a la fecha, la mediana de la desviación de los ingresos estructurales respecto del presupuesto es 0,86 puntos del PIB (incluyendo efecto PIB y estimación de ingresos, excluyendo años de crisis y pandemia). Mientras se estima que este año la desviación será más alta alcanzando a 1,4 puntos del PIB . El Consejo Fiscal Autónomo (CFA) ha recomendado al Ministerio de Hacienda que realice un esfuerzo mayor para cumplir su compromiso de responsabilidad fiscal. Sin embargo, los parlamentarios, ya a estas alturas del años no podrán influir en el ajuste de gastos como lo habrían hecho durante la discusión del proyecto de ley del presupuesto 2024.
El Ejecutivo, como lo señalan los informes, está consciente de que dicha desviación se focaliza en la recaudación tributaria no minera. Se valora su trasparencia, como también que se estén tomado las acciones para poder anticipar comportamientos tributarios no esperados hacia adelante. Asegurar que en el presupuesto 2025 tendremos una mejor estimación de ingresos estructurales es fundamental, y el Parlamento tiene la tarea de revisar las proyecciones del Ejecutivo y sugerir oportunamente correcciones donde fuese necesario. Sobre todo en un contexto fiscal estrecho como lo ha señalado el CFA de forma reiterada, no existe espacio para repetir los errores de proyección de los ingresos, que condiciona el crecimiento del gasto público hacia adelante. (El Mercurio)
Matías Acevedo F.
CIES-UDD Exdirector de Presupuestos