El ambiente político chileno se caldeó intensamente en el último debate presidencial de cara a la primera vuelta, fijada para este domingo 16 de noviembre. A diferencia de encuentros previos, los abanderados presidenciales adoptaron una postura mucho más confrontacional, intercambiando acusaciones directas y emplazamientos específicos sobre las materias que dominan la agenda nacional.
Los ocho postulantes a La Moneda —Evelyn Matthei, José Antonio Kast, Jeannette Jara, Johannes Kaiser, Harold Mayne-Nycolls, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés y Franco Parisi— centraron sus discusiones en los ejes cruciales de seguridad pública, proyecciones económicas y la siempre sensible temática de los derechos humanos.
Uno de los primeros y más tensos cruces se produjo en el segmento de seguridad entre el diputado del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser, y la representante oficialista, Jeannette Jara. Kaiser inquirió a la exministra sobre el rol del Partido Comunista (PC) en un eventual gobierno de ella, acusando a la colectividad de haber votado sistemáticamente en contra de los proyectos de ley de seguridad impulsados por el actual gobierno.
La candidata Jara, por su parte, desmintió categóricamente al postulante, señalando que su afirmación “no es verdad”. Explicó que las votaciones en contra del PC fueron “excepciones” y no una norma dentro de la tramitación de la legislación de seguridad en el Congreso. Kaiser, visiblemente insatisfecho, solicitó públicamente una verificación de los hechos respecto al historial de votaciones del partido.
El tema de la seguridad escaló cuando la senadora Jara aludió a la reciente entrega de una carta dirigida al Presidente Gabriel Boric por parte de tres alcaldes oficialistas, quienes solicitaban medidas urgentes para enfrentar la creciente inseguridad.
El republicano José Antonio Kast recogió la mención para criticar a su contendora, sugiriendo que la candidata Jara “quiere tratar a los delincuentes con amor”, y planteó que habría sido más oportuno que ella acompañara a los ediles en dicha gestión, dando a entender una falta de compromiso con una postura de mano dura.
Jara replicó alusivamente al tono del candidato Kast, indicando que “gobernar no es gritar más fuerte, ni tampoco proponer cada cosa que se le ocurra o se le pase por la cabeza a algunos”. La candidata hizo hincapié en la necesidad de experiencia y capacidad para construir acuerdos y sacar adelante leyes efectivas, criticando a quienes “dicen tener mano dura” pero se negaron a legislar en iniciativas clave como la creación del Ministerio de Seguridad.
El foco de la confrontación se desplazó hacia la candidata de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei, quien aprovechó el tema de seguridad para cuestionar la puesta en escena utilizada por Kast en un reciente acto de campaña: el uso de un podio de vidrio.
Matthei enfatizó su experiencia como alcaldesa en la lucha contra el crimen organizado y el comercio ilegal, declarando: “No me escondí nunca detrás de un vidrio”. La abanderada prometió que, en lugar de protegerse a sí misma, protegerá y respaldará “con todo” a Carabineros y a las Fuerzas Armadas para que hagan uso de su armamento.
Kast defendió su posición asegurando que la sensación de temor que hoy vive la ciudadanía cambiará. Prometió que quienes tendrán miedo en el futuro serán “los narcotraficantes, el crimen organizado y los terroristas”, a quienes se encargará de encontrar, juzgar y encarcelar.
En el debate sobre pensiones se produjo otro momento de alta tensión cuando Jara encaró a Kast por el rol de su asesor Bernardo Fontaine en campañas contra la reforma previsional. La candidata oficialista cuestionó el gasto en publicidad de las AFP, alegando que se estaban financiando “trolls y bots que atacan a los otros candidatos” con los fondos de los afiliados.
Kast, en respuesta, desvió la crítica hacia la gestión fiscal del actual oficialismo. El exdiputado señaló que “aquí hay que hablar con la verdad” y cuestionó la capacidad del gobierno para ordenar el presupuesto en sus tres años de administración, indicando que no han sido capaces de “gastar lo que les ingresa”.
Finalmente, la sección de derechos humanos trajo de vuelta a Johannes Kaiser, quien arremetió contra el Poder Judicial y el Servicio Médico Legal (SML) por la dilación en los procesos y la falta de identificación de restos a décadas del fin del gobierno militar. Al ser consultado sobre el futuro del penal Punta Peuco, transformado en cárcel común por la administración actual, Kaiser argumentó que su postura se alinea con las recomendaciones emitidas por la Comisión de Derechos Humanos del Senado y el fiscal de la Corte Suprema, contrarias a la decisión del Presidente Boric.
Durante una participación, la exministra Jeannette Jara profundizó su distanciamiento con el presidente Gabriel Boric, una postura que ha venido manifestando en los últimos meses. En el espacio de preguntas directas, fue interpelada por el periodista Iván Núñez, de TVN, respecto a sus diferencias con el actual gobierno.
Jara no eludió la consulta y expresó con claridad que el estilo del mandatario no se alinea con el suyo. “No es mi estilo, no me representa”, señaló, agregando que ambos provienen de tradiciones políticas distintas. Aunque reconoció que existen puntos en común, enfatizó que eso no implica una coincidencia total en sus visiones.
La exautoridad también fue consultada por el gesto del presidente Boric hacia su par argentino, Javier Milei, durante el cambio de mando en Bolivia. En ese evento, Boric permaneció sentado al momento de recibir el saludo de Milei, a diferencia de otras autoridades que se levantaron para estrecharle la mano.
Ante esa situación, Jara fue enfática: “Yo lo habría saludado de pie, evidentemente”. Con esa afirmación, volvió a remarcar su distancia con el estilo del jefe de Estado, concluyendo con una frase que reiteró su postura: “No es mi estilo, una vez más”.
Las declaraciones de Jara se suman a una serie de gestos y comentarios que han evidenciado su progresivo alejamiento del oficialismo, en especial en momentos donde se discuten definiciones políticas clave para el futuro del país.
La candidata de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas, Evelyn Matthei, lanzó una crítica directa a su contendor José Antonio Kast, representante del Partido Republicano, en el marco de la discusión sobre seguridad pública.
El emplazamiento surgió a raíz de un acto de campaña realizado por Kast el pasado 6 de noviembre en Viña del Mar, donde el exdiputado utilizó un vidrio blindado mientras ofrecía un discurso ante sus simpatizantes. La medida de seguridad fue cuestionada por Matthei, quien aprovechó sus 30 segundos de réplica para marcar diferencias.
La exalcaldesa de Providencia recordó su gestión municipal y afirmó: “Durante ocho años luché en contra del crimen organizado, en contra de la delincuencia, del comercio ilegal”. Luego, apuntó directamente a su rival: “No me escondí nunca detrás de un vidrio, lo que hice, más bien, fue proteger a los vecinos, a los patrulleros, a los carabineros, a la gente que está haciendo la pega”.
Matthei reforzó su postura señalando que su prioridad es la protección de las fuerzas de orden y la ciudadanía. “En vez de protegerme yo, voy a protegerlos a ellos y vamos a respaldar con todo a los Carabineros y a las Fuerzas Armadas para que puedan hacer uso de su armamento”, sostuvo con firmeza.
El momento generó tensión en el bloque dedicado a seguridad, uno de los temas más sensibles del debate. La periodista Soledad Onetto, moderadora del segmento, ofreció a Kast la posibilidad de responder al emplazamiento, pero el candidato republicano optó por no referirse a las palabras de Matthei.
En lugar de contestar, Kast utilizó su intervención para reiterar sus propuestas en materia de seguridad, evitando entrar en confrontaciones personales. Su silencio fue interpretado por algunos como una estrategia para mantener el foco en sus ejes programáticos. (NP-Gemini-La Tercera-Emol-Archi)
