Postulación de Bachelet a ONU divide a la oposición y moviliza al...

Postulación de Bachelet a ONU divide a la oposición y moviliza al oficialismo

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La eventual candidatura de Michelle Bachelet a la Secretaría General de Naciones Unidas generó reacciones dispares en el espectro político chileno, particularmente entre los presidenciables de derecha. Johannes Kaiser, abanderado del Partido Nacional Libertario, fue el primero en referirse al tema y, pese a calificar como “un orgullo” que una chilena llegue al cargo, criticó duramente su desempeño al frente del país y como alta comisionada de DD.HH. de la ONU, calificándolos de “malos” y “pésimos”. Incluso insinuó que su anterior rol en la organización respondía a un acuerdo migratorio con Haití.

José Antonio Kast, candidato republicano, optó por una postura más evasiva, señalando que Bachelet estaba en su derecho de postular y que, de concretarse, el país debería enorgullecerse, aunque aclaró que se pronunciaría solo cuando fuese oficial. Evelyn Matthei, de Chile Vamos, Demócratas y Amarillos, rehusó comentar, alegando que los chilenos están más preocupados de la delincuencia, el empleo y la falta de recursos.

El Presidente Gabriel Boric abordará el tema durante su viaje a Nueva York para la Asamblea General de la ONU, pero la posible postulación de Bachelet incomoda especialmente a la derecha, que la responsabiliza de la crisis migratoria, problemas económicos y de seguridad.

La exmandataria aún no confirma su decisión, aunque admitió que “quizás” podría competir por el cargo que hoy ocupa António Guterres. Para prosperar, su candidatura requiere del respaldo del próximo gobierno chileno, ya que el período de campaña se desarrollaría entre febrero y diciembre de 2026, abarcando el recambio presidencial en Santiago. Este punto genera incertidumbre, pues un eventual sucesor opositor podría retirar el apoyo.

Referentes opositores cuestionaron además la falta de coordinación del Ejecutivo en una iniciativa considerada de alta envergadura internacional. Legisladores como Catalina Del Real (republicana) y el senador Rojo Edwards señalaron que Boric arriesga quemar la postulación si esta no cuenta con consenso transversal, situación que contrasta con los respaldos históricos que tuvieron figuras como José Miguel Insulza cuando fue promovido a la OEA en 2005 y reelecto en 2010. Esa línea también fue advertida por el mismo Insulza, quien recalcó que una apuesta de este calibre debe ser “compartida por todos” para no contaminarse con la coyuntura electoral.

Mientras en la oposición prevalece la cautela o el rechazo, el oficialismo cerró filas en favor de la expresidenta. La candidata Jeannette Jara destacó su “experiencia y liderazgo” y emplazó a los distintos presidenciables a apoyar la postulación como un desafío país.

Voceros y dirigentes oficialistas, como Laura Albornoz, Camilo Escalona, Constanza Martínez y Lautaro Carmona, coincidieron en que se trata de una oportunidad histórica que podría consolidar el prestigio internacional de Chile. De esta manera, la eventual carrera de Bachelet no solo abre un nuevo capítulo en su trayectoria política, sino que también se instala como un eje de tensión central en la campaña presidencial y en la relación entre gobierno y oposición. (NP-Perplexity-La Tercera)