El jefe estratégico de la candidata presidencial oficialista, Darío Quiroga, ha generado un fuerte malestar en el sector por su alto protagonismo mediático y por la resurgida polémica de sus dichos clasistas contra el excandidato Franco Parisi y su hermana Zandra. Voces influyentes del oficialismo exigen un reajuste en el equipo, argumentando que el rol de los asesores no debe ser el de los protagonistas de la campaña.
La senadora y presidenta del Partido Socialista (PS), Paulina Vodanovic, criticó la visibilidad de Quiroga, sentenciando que «El jefe de campaña tiene que lograr que hablen de la candidatura. Punto», y agregó que «el rol de los equipos asesores es no ser protagonistas».
Esta crítica se suma a la del diputado DC Eric Aedo, quien advirtió que «cuando un asesor estratégico comienza a ser más noticia que la propia candidata presidencial estamos frente a un problema». Aedo urgió al comando a incorporar nuevas personas que «lean mejor la realidad» y logren conectar con el votante de Parisi, cuyo apoyo es crucial para el balotaje.
La polémica se intensificó esta semana al reflotar una confrontación de abril en la que Quiroga se refirió de forma despectiva a la hermana de Franco Parisi, Zandra. Este episodio resurgió justo cuando la campaña de Jara ha intentado acercarse al Partido de la Gente (PDG), incluyendo elogios a sus votantes, sumando medidas de su programa y abriéndose a asistir al programa Bad Boys.
Ante la controversia, la candidata Jeannette Jara se desmarcó de los dichos de su principal asesor en una actividad en Cerro Navia. La candidata afirmó que «Jamás van a ver un video de esa naturaleza en mi caso. No es mi estilo, no soy una persona que trata así a los demás», y calificó los comentarios clasistas de «bien feo».
Pese a que la votación de Jara estuvo bajo la expectativa original del propio Quiroga, quien en círculos internos planteó que una votación bajo el 30% haría inviable su permanencia, el comando estaría apostando a que resista la presión. De momento, se le ha solicitado al sociólogo que modere su impronta con los medios, luego de que retomara su participación con cuatro entrevistas esta semana, las que fueron mal evaluadas internamente.
El malestar oficialista ha acrecentado la expectativa de un reajuste de gran calado en el comando, con voces que esperan que Quiroga sea apartado de la conducción de la cruzada electoral. El nombre que se baraja como eventual reemplazo es el del socialista Ricardo Solari, exministro, aunque este ya declinó en el pasado y tiene compromisos profesionales que le impiden dedicarse por completo. Solari y Quiroga, de hecho, tienen diferencias en la estrategia, con el primero defendiendo un diseño más propositivo y el segundo, una ofensiva más dura contra Kast. (NP-Gemini-La Tercera)



