Entre diciembre de 2014 y diciembre de 2015, todos los partidos que están legalmente inscritos ante el Servicio Electoral disminuyeron su cantidad de militantes.
De acuerdo a los registros del organismo, en 12 meses las colectividades perdieron a 12.254 personas, justo en medio de las investigaciones por el financiamiento irregular de la política.
El ranking de desvinculaciones es liderado por Renovación Nacional. La colectividad terminó 2014 con 94.059 afiliados. Sin embargo, en diciembre de 2015 esta cifra disminuyó a 91.184, es decir, 2.875 militantes menos en un año.
El segundo partido que lidera esta lista también es de la oposición. La UDI registró una baja de 2.101 adherentes, pasando de 74.342 a 72.241.
Lo sigue, en tercer lugar, el PPD. El partido liderado por el senador Jaime Quintana tuvo 1.375 dimisones, quedando con un total 96.141 militantes a fines de 2015. Sin embargo, desde esta colectividad desestimaron la cifra oficial del Servel e informaron que de acuerdo a sus registros, ellos tienen actualmente 99.020 militantes.
El PPD es seguido por dos partidos de la Nueva Mayoría: la DC y el PC, quienes registran una baja de 1.163 y 1.157 respectivamente.
Estas cifras se contraponen a lo ocurrido entre 2013 y 2014, periodo en que todas las colectividades aumentaron sus adherentes. De hecho, entre diciembre de 2013 y diciembre de 2014 hubo un aumento de 46.841 militantes de partidos a nivel nacional.
Desde el Servel explicaron que la reducción de afiliados responde a distintos factores; que el Registro Civil informe su fallecimiento, que sea expulsado de la colectividad, que su militancia sea anulada o que la persona opte por renunciar al partido.
Este último punto es reconocido en los partidos como un problema que han debido hacer frente en el último tiempo. Esto, ya que este fenómeno de renuncias se da en medio de las múltiples investigaciones que por eventuales casos de corrupción que han afectado a los partidos políticos, como son los casos Penta, Soquimich y Corpesca, lo que ha ido de la mano también con los más bajos índices de aprobación ciudadana, según las encuestas.
Así es reconocido por el prosecretario de la UDI y actual vocero de la colectividad, Jorge Alessandri: “El 2015 fue el peor año para la política en Chile. Fue el año donde la ciudadanía se enteró de malas prácticas. Obviamente la causa principal (de la desafiliación) es el descontento con la política y eso tenemos que reconocerlo todos”.
En este sentido, la experta electoral Marta Lagos plantea que esto de cuenta de una acción partidista que da cuenta de la crisis de credibilidad de las colectividades. “Para ir a retirarse de un partido, usted tiene que estar tan molesta que tiene que ocupar su tiempo en ir al registro y hacer un acto administrativo específico que no es menor”, dice.
Max Colodro, analista político, explica este fenómeno como una respuesta a la crisis de confianza que existe por parte de la ciudadanía hacia la clase política: “Es indudable que la baja en los militantes tiene relación con el deterioro de la imagen de la política, con el desprestigio, con la pérdida de confianza que la gente tiene en las instituciones políticas y en particular en los partidos”.
Por su parte, la cientista política Gloria de la Fuente plantea que “es innegable que los escándalos de corrupción han acelerado el proceso de desafección”. Junto a esto, agrega: “Esto explica que los partidos de derecha, que fueron los primeros afectados por escándalos de corrupción y que han tenido dificultades, especialmente la UDI, para fijar una doctrina para apartar a sus militantes procesados por estos escándalos, sean quienes mayores niveles de renuncias presenten”.
Junto a esto, la investigadora de Chile 21 asegura que este fenómeno también golpea al resto de las colectividades “en la medida que no tengan posiciones claras respecto a estas materias y figuras relevantes de sus tiendas se vean envueltas en situaciones que pueden no ser judicializables, pero sí éticamente reprochables”.
Pese a que efectivamente todos los partidos disminuyeron sus militantes durante 2015, existen colectividades cuyas pérdidas son marginales en proporción al total de adherentes. Es el caso del Partido Socialista. La colectividad de calle París tiene actualmente 120.387 afiliados -el número más alto de todas las colectividades-, registrando una baja de sólo 588 militantes.
Similar es el caso del Partido Radical, que sólo registra una disminución de 111 militantes, finalizando 2015 con 82.801 afiliados.
El desafío del refichaje
Una vez que sea promulgada la nueva Ley de Partidos Políticos, las colectividades inscritas en el Servel deberán iniciar el proceso de refichaje. Para esto contarán con un plazo de 12 meses.
Durante ese periodo podrán utilizar instancias como elecciones internas o actos masivos para lograr que su actual padrón de militantes vuelva a anotarse.
El objetivo de esta tarea, promovido por el informe de la comisión Engel, es que las colectividades sinceren sus registros. Y es que de acuerdo a las estimaciones de los propios partidos, en las cifras actuales aún continúan figurando personas muertas o que renunciaron a la colectividades hace años. Así, en las directivas de partidos reconocen que lo más probable es que estas cifras continúen bajando.
Como forma de garantizar la transparencia de este proceso, será el Servel, a través de funcionarios designados especialmente para esta tarea, el encargado de realizar el proceso, y no los partidos como se hace actualmente. “Vamos a dar todas las facilidades necesarias dado que la ley contempla que el acto de reafiliación sea realizado ante un ministro de fe del organismo”, asegura el presidente del Consejo directivo de la institución, Patricio Santamaría.
De acuerdo a la ley, los partidos deberán refichar al 0.25% del electorado de los últimos comicios de diputados en todas las regiones donde exista el partido. Así, el cientista político y ex integrante de la comisión Engel Claudio Fuentes asegura que lograr esa cifra no será un problema para los partidos. Sin embargo, plantea que el desafío será sumar adherentes en medio de esta crisis: “Los partidos no van a lograr nuevos militantes, porque la gente ya no quiere inscribirse más en colectividades políticas”.