Opción «Rechazo» consigue aplastante victoria con el 61,8% de los votos

Opción «Rechazo» consigue aplastante victoria con el 61,8% de los votos

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Con una asistencia récord a las urnas de casi 13 millones de ciudadanos (85% del padrón electoral) impulsada tanto por la relevancia de la decisión política, así como por la reinstauración del voto obligatorio, la opción Rechazo consiguió hoy domingo 4 de septiembre una aplastante victoria electoral tras reunir más de 7,8 millones de votos (61,8%), en tanto que los partidarios del Apruebo llegaban a 4,8 millones en las casi 40 mil mesas electorales instaladas en el país, es decir, el 38,1% de los sufragios válidamente emitidos.

Tal como adelantaron las encuestas desde abril pasado e incluso con una holgura no prevista por las encuestadoras, el país optó por «rechazar» la propuesta constitucional redactada por una Convención Constitucional que fue calificada mayoritaria y sistemáticamente como «maximalista y divisionista» por sus opositores.

Se abre ahora un periodo en el que las instituciones políticas del Estado deberán iniciar un proceso de negociaciones para decidir los pasos a seguir en la medida que con la votación de hoy, el electorado chileno decidió que los 388 artículos redactados por los 154 convencionales elegidos al efecto no regirá en el país

Asimismo, el resultado implica que la actual carta magna seguirá vigente durante el lapso en el que las instituciones y fuerzas políticas pertinentes lleguen a acuerdo en la fórmula y mecanismos para continuar el proceso constituyente y se redacte una nueva versión a ser plebiscitada, habida consideración que, si bien, políticamente, la constitución actual fue deslegitimada en el plebiscito de entrada del reciente proceso que culminó con el Rechazo de la propuesta de la Convención, jurídicamente se trata del inicio de un segundo momento constituyente que implicará una nueva reforma a la actual carta, ahora posible de ser aprobada solo por 4/7 del Congreso y no por 2/3 de los parlamentarios como se exigía hasta antes de la reforma liderada por los senadores DC Ximena Rincón y Matías Walker.

Al dirigirse a la ciudadanía por cadena nacional, el Presidente Gabriel Boric ya dio luces de la ruta a seguir, ratificando su disposición a mantener abierto el proceso constituyente que debe ser reanudado por el Congreso y convocando para mañana en La Moneda a los presidentes del Senado y de la Cámara para iniciar las conversaciones para fijar un itinerario. Una invitación a los partidos políticos a La Moneda con similar propósito, si bien fue bien recibida por el oficialismo y la oposición, quedó en suspenso por algunos dias en la medida que dirigentes de las colectividades señalaron que es menester realizar sendas reflexiones internas en los partidos para adoptar posiciones convergentes que permitan un encuentro con los poderes institucionales más fructífero y consensuado que evite el inicio de un lapso de incertidumbres mayores en la ciudadanía.

De allí que, en su discurso de la noche, el jefe de Estado destacó que «esta decisión exige que trabajemos con más empeño, con más respeto y cariño, para arribar a una propuesta que nos una como país», junto con recalcar que «el maximalismo, la violencia y la intolerancia deben quedar a un lado», un frase que se interpretó como una crítica al trabajo de la Convención y respecto de la cual el propio mandatario había alertado para que dicho órgano trabajara en función de una carta que representara a una mayoria relevante del país.

«Como Presidente recojo con humildad este mensaje y lo hago propio. Hay que escuchar la voz del pueblo«, agregó, sin dejar de advertir que «no olvidemos por qué llegamos aquí, ese malestar sigue latente y no podemos ignorarlo», en referencia al estallido social de 2019.

Sin embargo el gobernante también advirtió que los desafíos del país «no se agotan en la cuestión constitucional y que su administración tiene la obligación de atender las demandas de nuestros compatriotas en su vida diaria» y que formaban parte de la larga lista de demandas que los chilenos hicieron durante los días de octubre de 2019.

Boric también recalcó que «hoy ha hablado el pueblo de Chile y lo ha hecho de manera fuerte y clara. Nos ha entregado dos mensajes. El primero es que quiere y valora a su democracia. Que confía en ella para superar las diferencias y avanzar«.

«Este 4 de septiembre la democracia chilena sale más robusta. Así lo ha visto y reconocido el mundo entero: un país que en sus momentos más difíciles opta por el diálogo y los acuerdos para superar sus fracturas y dolores. Y de esto compatriotas, debemos estar profundamente orgullosos», remarcó.

Tras mencionar que está preocupado por la inseguridad, la violencia en el sur y el aumento del costo de la vida, las pensiones, salud y educacion, entre otros asuntos, la forma de enfrentarlos «requerirá prontos ajustes en nuestros equipos de gobierno para enfrentar este nuevo periodo con renovados bríos«, insinuando un próximo ajuste de gabinete, tal como se ha especulado en semanas anteriores. «Pueden tener la tranquilidad que el camino a una nueva Constitución jamás será obstáculo para dar respuestas a las urgencias que nos han planteado».

EL PROCESO ELECTORAL

Las primeras señales de alerta para el mundo del Apruebo vinieron del exterior. Si bien se impuso con largueza en la cantidad de votos, la distancia con el Rechazo fue menor a la del Presidente Boric con José Antonio Kast en la segunda vuelta y bastante menor a la distancia de las dos opciones en el Plebiscito de salida.

Pero fue Magallanes, la región donde nació el Mandatario, que mostró que la tendencia del Rechazo era sólida. Dado la diferencia horaria, las mesas en esa zona abrieron primero y los canales de televisión «pincharon diversas mesas: en todas se imponía el Rechazo. En la mesa donde sufragó el Presidente ganó el Rechazo con 168 votos versus 117 del Apruebo.

En regiones la tendencia fue similar a la de Magallanes. El Rechazo se impuso en todo Chile con una distancia uniforme de entre 10 y 15 puntos, salvo en la RM y Valparaíso, donde la distancia fue holgada, pero menor.

Los expertos adelantaban que la clave serían ambas zonas, los feudos de la izquierda, del Frente Amplio. Una distancia mayor en ambas regiones podría darle la llave al Apruebo para ganar, pero no fue tal. El Rechazo, que en el Plebiscito de entrada solo ganó en tres comunas de Santiago, hoy se tomó casi toda la ciudad. (NP)