La Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó este viernes una resolución que declara que las elecciones presidenciales del 7 de noviembre en Nicaragua «no fueron libres, justas o transparentes y carecen de legitimidad democrática.»
La resolución pide instruir al Consejo Permanente de la OEA que analice la situación que vive el país centroamericano, realice un informe antes del 30 de noviembre y entonces se tomen «acciones apropiadas».
La resolución fue aprobada al final de la 51 Asamblea General de la OEA, que fue celebrada de forma virtual desde el miércoles.
Veinticinco países de la organización votaron a favor de la resolución y siete, entre ellos Honduras y México, se abstuvieron. Nicaragua votó en contra.
El documento fue promovido por Canadá, Antigua y Barbuda, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, República Dominicana y Uruguay.
El pasado domingo, Nicaragua celebró elecciones presidenciales en las que se reeligió por tercera vez consecutiva a Daniel Ortega. Fueron criticadas internacionalmente por la falta de oposición real y el encarcelamiento de siete aspirantes a la presidencia.
Algunos países de la OEA como Estados Unidos han mencionado recientemente considerar «consecuencias concretas» para Nicaragua por «abandonar» la democracia.
El artículo 21 de la Carta Democrática, por ejemplo, dice que el organismo puede considerar la suspensión de un Estado miembro. El artículo 20 de la carta dice a su vez que en caso de grave «alteración» de la democracia se faculta al secretario general o cualquier país miembro a convocar inmediatamente un Consejo Permanente para evaluar la situación.
Michael René Campbell, un representante de Nicaragua ante la OEA, dijo antes del voto de este viernes que el pueblo nicaragüense expresó su libre voluntad en una elecciones pacificas, que describió como «una de las tareas más hermosas que ha emprendido (Nicaragua) en los últimos años».
«La OEA no es nuestro Consejo Supremo Electoral. La OEA no tiene la autoridad para constituir nuestra junta receptora de votos. Los funcionarios de la OEA no son ni deben ser fiscales de partidos políticos. La OEA no es árbitro o auditor del proceso electoral. Cada pueblo establece estas autoridades a través de sus leyes,» dijo Campbell.
La resolución del viernes también dice que Nicaragua ignoró o rechazó las recomendaciones que la OEA hace desde hace tiempo para «promover la democracia representativa y la protección de los derechos humanos».
El documento también dice que las instituciones democráticas en Nicaragua han sido dañadas por el gobierno nicaragüense y pide la liberación de presos políticos.
Estados Unidos aseguró el martes que Nicaragua ha dejado de ser una democracia y es ahora una dictadura, en la aseveración más fuerte que ha hecho hasta este momento el gobierno del presidente Joe Biden para referirse a la administración de Ortega.
La OEA ha celebrado su Asamblea General de forma virtual, con Guatemala como país anfitrión. El foro, en el que participan delegaciones de más de 30 países, se extiende hasta el viernes por la noche bajo el lema «Por una América renovada».
PIÑERA LLAMA A FUERZAS DEMOCRÁTICA A «SER CONSECUENTES»
El Presidente Sebastián Piñera abordó la situación de las elecciones en Nicaragua, donde Daniel Ortega se declaró ganador para mantenerse en el poder por un quinto período consecutivo.
En ese sentido, el Mandatario hizo un llamado a las “fuerzas democráticas chilenas” a ser “consecuentes y que condenen cuando hay violaciones a la libertad, la democracia o a los DD.HH.”.
Sus palabras se dieron luego de la polémica declaración del Partido Comunista (PC) y algunos movimientos de izquierda, quienes respaldaron los comicios en Nicaragua: “El pueblo nicaragüense concurrió masivamente a las urnas para elegir democráticamente a sus autoridades y lo ha hecho en paz, de acuerdo con su institucionalidad y leyes vigentes”, aseguraron en el documento.
Misiva que trajo repercusiones durante esta jornada, luego de que el candidato presidencial de Apruebo Dignidad -colectivo al que pertenece el PC-, Gabriel Boric, se desmarcara de dicha declaración. En ese sentido, el frenteamplista pidió a sus socios que se retractasen y calificó de “fraudulentas” las elecciones en Nicaragua.
Bajo este contexto es que el Jefe de Estado fue consultado sobre su postura frente al tema y si creía que era viable para un presidente liderar la política exterior del país cuando un sector que lo apoya no está de acuerdo con ella.
“Digamos las cosas en forma fuerte y clara. Nicaragua ya no es una democracia y no se respetan los DD.HH. Las elecciones del domingo pasado no cumplieron con ninguno de los principios esenciales de una democracia: no fueron libres, no fueron limpias, no fuero transparentes, no fueron justas”, afirmó el Mandatario en un punto de prensa en La Moneda.
Piñera fundamentó su postura al asegurar que los comicios en dicho país “se hicieron con muchos candidatos o posibles candidatos encarcelados, expulsados, perseguidos o imposibilitados. No se permitió la participación de observadores extranjeros, y además, no se respetó la libertad de los medios de comunicación. No fueron elecciones democráticas. Y en consecuencia el gobierno de Chile, rechaza y no reconoce esas elecciones”.
Frente a la insistencia de la prensa sobre su postura respecto a la viabilidad de la política exterior cuando hay opiniones divergentes en un bloque, Piñera contestó: “En esta materia, y especialmente cuando hablamos de principios básicos, como la libertad y la democracia y los DD.HH., no puede haber doble estándar. Por eso pido a todas las fuerzas democráticas chilenas que sean consecuentes y que condenen cuando hay violaciones a la libertad, la democracia o a los DD.HH.”.
OPOSITOR MUERE ENCARCELADO: ACUSÓ A ORTEGA DE VIOLAR A SU HERMANA
“Urgente, fuentes familiares nos confirman el fallecimiento de Santos Sebastián Flores Castillo dentro de la cárcel La Modelo”. Con ese tuit, el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó el miércoles del deceso del abogado nicaragüense de 52 años, que estaba recluido desde 2013 en circunstancias desconocidas. Considerado el primer preso político del régimen sandinista, Flores Castillo había denunciado que el Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, presuntamente abusó sexualmente de su hermana desde que tenía 15 años.
El abogado falleció el martes en una prisión conocida como “La Modelo” de Tipitapa, la más grande de Nicaragua y ubicada a unos 25 kilómetros al norte de Managua, indicó el Cenidh, que recibió la información de los familiares de la víctima. “El Ministerio de Gobernación y sistema penitenciario, deben presentar una investigación exhaustiva sobre las circunstancias de esta muerte”, indicó el organismo, que compaña a la familia en el caso que elevó contra Ortega ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Desde el Cenidh siempre estuvimos acompañando a la familia de Santos Sebastián; y denunciando los actos de tortura física y psicológica que le hicieron padecer durante todos estos años de encierro injusto”, señala el comunicado del organismo.
Según el Cenidh, Flores Castillo estaba recluido una galería de máxima seguridad “en donde le tenían completamente incomunicado y era sometido a procedimientos disciplinarios excepcionalmente graves que pueden calificarse como tortura”, indicó el portal 100% Noticias.
Los familiares de Flores Castillo aseguran que fue encarcelado “injustamente” por haber defendido a su hermana, que además resultó embarazada por la violación, según la denuncia. El abogado fue sentenciado a 15 años de cárcel en el año 2013, acusado de violación sexual agravada por Lucila Narcisa Cortez García, quien era defensora pública del Poder Judicial y amiga de la jueza sandinista Gertrudis Gaitán, cargos que siempre fueron negados por el convicto y su familia. Era considerado uno de los primeros presos políticos del régimen sandinista en Nicaragua, destaca el portal Infobae.
Flores Castillo había enviado una carta al Cenidh donde relataba detalles de las torturas que sufría en la prisión y calificaba como “una venganza” por haber denunciado al Presidente Ortega, en ese entonces en su segundo mandato. “Daniel Ortega me odia a muerte porque no estuve de acuerdo con la relación de pareja cuando el convirtió en su mujer a mi hermana Elvia Junieth, cuando ella tenía 15 años”, señalaba la misiva escrita por el detenido.
En esa carta también suplicó a organismos de derechos humanos que le ayudaran “por el amor de Dios”. “Ya no aguanto estas torturas y este encarcelamiento injusto (…) Responsabilizo a Daniel Ortega de cualquier cosa que me suceda en esta prisión o en cualquier lugar de Nicaragua”, escribió el abogado.
Elpidia Castillo, la madre de ambos, Santos y Elvia, corroboró las acusaciones de su hijo desde su exilio en Estados Unidos. Toda la familia huyó del país cuando estalló el escándalo, menos la propia Elvia Junieth, que contrajo matrimonio con un hombre cercano a la pareja presidencial, con el que ha criado al hijo del presidente, según confirmaron al diario español El Mundo fuentes conocedoras del caso.
“Ha muerto en la impunidad. Su muerte es responsabilidad de Ortega, que en su momento fue preso político de Somoza y ahora se ha convertido en el verdugo de los presos políticos, pero con mucha mayor crueldad que Somoza. En Nicaragua se cometen torturas de manera masiva y sistemática”, comentó al periódico español Juan Carlos Arce, director del Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más.

Antes de ser encarcelado el 17 de junio de 2013, el abogado llevaba varios años intentando que el caso de su hermana trascendiera a través de organismos defensores de los derechos humanos. Según la agencia EFE, el caso tomó relevancia en noviembre de 2017 cuando sus familiares decidieron denunciar desde Miami, donde se exiliaron, supuestos malos tratos y torturas a las que el reo era sometido en prisión.
La familia de Flores Castillo siempre sostuvo que su caso no era político, sino humanitario, no obstante, responsabilizaron a Ortega de lo que le ocurriera a Santos Sebastián dentro de la cárcel. “El presidente le mandó a prefabricar el supuesto delito de violación que nunca sucedió, con la finalidad de silenciar su voz”, explicó Elpidia Castillo en su denuncia ante el Cenidh.
En 2017, según EFE, la CIDH conoció los detalles del caso del ahora fallecido e inició sus propias investigaciones, que duraron cuatro años, hasta que fue admitido el 7 de septiembre pasado. Ya desde entonces el secretario general de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT), Gerald Staberock, se había puesto en contacto con el gobierno de Ortega para expresar su “preocupación” por las condiciones de Flores Castillo en la cárcel, que incluía denuncias sobre “graves malos tratos, aislamiento, y restricción de visitas”, así como falta de acceso a la salud y a defensores de derechos humanos.

Antes de que fuera conocido el caso de Elvia Junieth, Ortega ya había sido objeto en 1998 de una denuncia similar por parte de su hijastra, Zoilamérica Narváez Murillo, hija de la vicepresidenta Rosario Murillo. La madre de la joven defendió al líder sandinista, consolidando la dupla que gobierna el país hasta hoy.
El caso de Narváez no progresó en el Poder Judicial, controlado por los sandinistas, y la hijastra terminó optando por el exilio en Costa Rica. En ese país la socióloga es profesora universitaria y trabaja en diseño curricular en educación. “No soy dirigente, soy un exiliado más”, dijo en julio pasado en una entrevista con la cadena alemana Deutsche Welle. (Emol EFE AP La Tercera)



