La discusión sobre el tamaño del Congreso no es una materia trivial. Esto tiene efectos de diversa índole para el sistema político chileno tanto en los partidos políticos, en la representación política, en la fiscalización del gobierno como en un adecuado equilibrio de poder en nuestro presidencialismo, entre otros. En ese sentido, hay que tener en cuenta que un Congreso pequeño puede ser excluyente o simplemente silenciar a determinados grupos, alejando todavía mas a la ciudadanía de la política; por el contrario, un Congreso excesivamente grande puede crear dificultades en su adecuado funcionamiento.
En el mundo, de forma inédita hoy existen 190 países que cuentan con algún tipo de institución parlamentaria, que en conjunto suman 46.552 representantes. En la India existe un parlamentario por cada 1,5 millones de habitantes; en cambio, en San Marino hay un diputado por cada 517 personas.
Con todo, la existencia de un Congreso o Parlamento no es sinónimo de democracia, pero esta no puede existir sin un Parlamento. La incipiente discusión sobre su tamaño debería ser mucho más profunda y no limitarse ni a una cifra autoimpuesta ni menos a consideraciones meramente financieras. (El Mercurio Cartas)
Tomás Duval Varas
Docente Universidad Autónoma de Chile



