El primer ministro Benjamin Netanyahu provocó furia el miércoles por sugerir que un líder palestino de la época de la Segunda Guerra Mundial convenció a los nazis de que adoptaran la Solución Final para exterminar a los judíos europeos.
Los expertos en el Holocausto dijeron que las declaraciones eran erróneas y servían a los intereses de los negadores del Holocausto al minimizar la responsabilidad de Adolf Hitler y los nazis. Sostuvieron que esas palabras eran una forma de incitación contra los palestinos actuales en medio de una oleada de disturbios violentos y tensiones entre israelíes y palestinos.
En declaraciones a un grupo de líderes judíos el martes, Netanyahu recurrió a una anécdota histórica para respaldar su posición de que la incitación palestina en torno al lugar santo más disputado de Jerusalén se remonta a décadas atrás.
Dijo que el gran muftí de Jerusalén durante la guerra mundial, el simpatizante nazi Haj Amin al-Husseini, instigó ataques palestinos a los judíos con mentiras de que querían destruir el Monte del Templo, que los musulmanes llaman el Noble Santuario.
El conjunto en la Ciudad Vieja que incluye la Mezquita de Al Aqsa y la Mezquita de Omar con su cúpula dorada, está en el centro del conflicto. Considerado el escenario de la ascensión de Mahoma, es el santuario más sagrado para el islam después de La Meca y Medina.
Netanyahu dijo que al-Husseini cumplió un «papel central para estimular la solución final» al tratar de convencer a Hitler que exterminara a los judíos durante una reunión en 1941 en Berlín.
«Hitler no quería exterminar a los judíos en ese momento, quería expulsar a los judíos», dijo Netanyahu. Cuando Hitler preguntó a al-Husseini qué hacer, Netanyahu afirmó que el muftí respondió: «Quémelos».
Los historiadores respondieron que la solución final nazi ya había comenzado y había varios campos de concentración en funcionamiento. Hitler había expresado sus intenciones de exterminio.
Moshe Zimmermann, un destacado estudioso del antisemitismo y el Holocausto en la Universidad Hebrea de Jerusalén, dijo que Netanyahu dio un argumento «traído por los pelos» con fines políticos y contrario a la lógica. Con esas declaraciones, dijo, Netanyahu se convertía en un negador del Holocausto.
«Cualquier intento de desviar la responsabilidad de Hitler hacia otros es una forma de negar el Holocausto», dijo a la Associated Press.
MERKEL REACCIONA
Alemania, un país que se ha esforzado por asumir su culpa en el que quizás sea el crimen más abominable de la historia, ha acogido con incomodidad las declaraciones en las que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descargaba a Adolf Hitler de una parte de la responsabilidad en el Holocausto para atribuírsela al líder palestino de la época, el muftí de Jerusalén Haj Amín al Huseini.
“La responsabilidad de la Shoah es de Alemania”, dijo el miércoles categórica la canciller Angela Merkel. Junto a Netanhayu, de visita en Berlín, la líder alemana añadió que no veía ningún motivo para cambiar esta visión de la historia.