Los negocios de acciones lograron antes de la crisis subprime de 2007 captar el 15% del total de las operaciones ejecutadas en la Bolsa de Comercio de Santiago. Pero hoy, según la cifras disponibles a julio, representan solo el 2%, su menor nivel desde 2003.
La deslucida presencia de la renta variable entre las operaciones del principal mercado bursátil chileno se debe a factores locales y también externos, siendo el principal los débiles retornos que han mostrado las acciones chilenas consecutivamente desde 2011.
«La debilidad en las transacciones de renta variable local se explican principalmente por el pobre desempeño que ha tenido la bolsa chilena en los últimos cinco años. Dado que los fundamentos de los mercados accionarios internacionales, principalmente los de países desarrollados, han sido más favorables en términos relativos al local, los inversionistas han favorecido las inversiones en este tipo de activos en desmedro de la opción accionaria chilena», indica Mauricio Cañas, gerente de estudios de Banco Penta.
Aldo Morales, analista de Bice Inversiones, agrega que luego de que el IPSA alcanzara su máximo histórico en 2011, «hemos visto un debilitamiento general de la renta variable como clase de activo a nivel global y de Chile como mercado en particular, debido a una serie de acontecimientos de tipo macroeconómico y político, lo que ha llevado a los inversionistas retail a escapar de la bolsa y a los institucionales a refugiarse en otras clases de activos, llegando incluso a alcanzar niveles mínimos históricos en términos de exposición al IPSA hace unos meses».
Las operaciones de renta fija ocupan actualmente el 25% del total de montos transados de la bolsa chilena, un volumen que no se veía desde el mes de noviembre de 2011.
Para el futuro, el cambio de tendencia en los negocios en acciones está prácticamente descartado. «Las transacciones han demostrado tener un componente muy cíclico, por lo que no se puede decir cuándo mejorarán, pero, en general, se sabe que cuando la bolsa logra mostrar rentabilidades positivas durante un período prolongado, comienza a atraer a inversionistas de tipo retail , los que podrían darle mayor impulso al número de transacciones. Por el momento, no creemos que exista algún cambio de tendencia en el corto plazo», dice Morales.
«Por ahora, lo más probable es que los volúmenes se mantengan débiles al menos en el corto plazo», añade Mauricio Cañas.
El experto indica que es difícil anticiparse a cambios de tendencia respecto de volúmenes transados. Sin embargo, afirma, si los fundamentos de las compañías locales, de la economía local y regional, y el sentimiento de mercado no muestran mejoras significativas, demorará mucho ver un cambio de dirección.


