Para reactivar la industria y en línea con la «nueva normalidad» planteada desde el Gobierno, este miércoles el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), dieron a conocer el nuevo protocolo de salud que deben adoptar las obras que quieran mantener sus actividades en las comunas que no están bajo cuarentena.
Según detalló el titular de la cartera, Cristián Monckeberg, el plan incluye diversas medidas de seguridad para los trabajadores, las que fueron elaboradas de acuerdo a las recomendaciones que han realizado las autoridades sanitarias.
«En el rubro de la construcción no es factible el teletrabajo, todos lo tenemos absolutamente claro. Por lo tanto, las medidas de seguridad para preocuparnos de los trabajadores de la construcción, de su seguridad y de que efectivamente se realice en condiciones como corresponde, son fundamentales», señaló el secretario de Estado.
Entre las normas establecidas, agregó Monckeberg, se encuentra la instalación de anillos sanitarios en los ingresos a las obras, la disposición de elementos de seguridad por parte del empleador, controles de temperaturas y habilitación de zonas para el lavado de manos.
Asimismo, se incluye el ingreso en horario diferido, para evitar aglomeraciones en las entradas, almuerzos en horario diferido y la instalación de dispensadores de alcohol gel.
El presidente de la Cámara de la Construcción, Patricio Donoso, valoró la elaboración del protocolo y afirmó que lo que busca es «mandatarnos a incorporar nuevas buenas prácticas en nuestra gestión», las que regirán «desde que el trabajador sale de su casa hasta que regresa».
«Lo que queremos aquí es asegurar que se cumplan con estos nuevos estándares sanitarios y el llamado a las empresas que no pueda cumplir con estos estándares, es que paralicen», regularicen su situación y «vuelvan a la actividad», profundizó Donoso, en diálogo con Canal 24 Horas.
Las nuevas normas serán fiscalizadas por personal del Minvu y, en caso de que alguna empresa no cumpla con alguna disposición, los propios trabajadores podrán denunciar a través de los canales del ministerio o bien en la Intendencia Metropolitana.
PARALIZACIÓN CONSTRUCTIVA
El estallido social, y luego la crisis sanitaria, llevaron a las compañías del rubro de la construcción a revisar sus planes para este año. Y las decisiones no tardaron en llegar. Primero, paralizaron las compras de terreno, luego congelaron el inicio de proyectos nuevos y, últimamente, redujeron su dotación. Todo esto, anticipando la fuerte caída en las ventas de viviendas que ya se espera para este año.
El mal momento -aseguran en la industria-, se originó tras la crisis social del 18 de octubre, pero se vio acrecentado por la propagación del Covid-19. Esto, produjo la postergación de iniciativas, producto de la menor confianza empresarial y las condiciones más restrictivas de acceso al crédito para financiamiento.
Según datos de iConstruye -plataforma digital ligada a la Cámara Chilena de la Construcción-, el inicio de proyectos nuevos cayó 48% en marzo en relación al mismo mes del 2019. Ese mes, un total de 47 iniciativas comenzaron obras, versus 91 de marzo del año anterior. Sumando todo el primer trimestre de este año, la disminución fue de 45% versus 2019.
Pero en abril la actividad se frenó prácticamente en seco: en lo que va de este mes sólo tres obras nuevas se han iniciado, mientras que el promedio de la industria desde 2019 es de 58 por mes. El impacto que la emergencia sanitaria está teniendo en el sector de la construcción es mayor al que tuvo la crisis social y las cifras así lo avalan.
De hecho, en noviembre del año pasado, tras el estallido social, se iniciaron 25 proyectos nuevos, lo que significó una caída de 46%. En diciembre, la cifra de obras nuevas aumentó a 38, mientras que en enero y febrero, se elevó a 56 y 49 iniciativas, respectivamente.
Sin embargo, el inicio de nuevas obras también registró un fuerte caída en los dos primeros meses del año si se compara con lo registrado un año atrás. La baja fue de 53% en enero y 30% en febrero.
Nicolás Errázuriz, gerente general corporativo de iConstruye, cuenta que “el nacimiento de nuevas obras cayó a la mitad en noviembre del año pasado producto del estallido del 18 de octubre. Esta situación se fue recuperando hasta lograr, en el primer trimestre de este año, los niveles pre-crisis social”.
No obstante, agrega que “lo que estamos viendo ahora es que en abril, la caída será más dramática que en noviembre, de hecho proyectamos que no se iniciarán entre 5 y 10 nuevas obras previstas” para lo que queda de mes.
Sin nuevos proyectos, la industria también encuentra obras detenidas productos de las cuarentenas obligatorias que han decretados las autoridades. Actualmente, el 68% de los proyectos en construcción en Ñuñoa están detenidos, lo que suman un total de 46 iniciativas. En Santiago, un 88% de las obras también se mantienen paralizadas (46 proyectos), mientras que en Puente Alto un 44% (8 iniciativas). En la comuna de El Bosque y San Bernardo hay sólo una obra paralizada en cada una de ellas. En Independencia, en tanto, unas 13 obras entrarán en cuarentena este jueves. (Emol 24 Horas La Tercera)


