Un nuevo escándalo de corrupción sacude a Francia.
Esta vez, el protagonista es el ministro del Interior, Bruno Le Roux, que contrató entre el 2009 y 2016 a dos de sus hijas como asistentes parlamentarias cuando tenían 15 y 16 años.
Según el canal de televisión TMC, que destapó este caso, Le Roux firmó hasta 24 contratos con sus hijas y recibieron un total de 55.000 euros.
El ministro se defendió y dijo que “todos los contratos evidentemente se cerraron con respeto a la edad legal para trabajar”, ya que el Parlamento lo permite bajo ciertas condiciones.
No obstante, la cadena reveló dos contratos sospechosos. Uno de ellos fue firmado por la mayor entre junio y septiembre de 2013 cuando la joven se encontraba en unas prácticas a tiempo completo en Bélgica. Mientras que el segundo dice ser a tiempo completo en el caso de la menor de las hijas, entre abril y mayo de 2015, tiempo en el que ella se encontraba en clases.
Ante esta situación, el primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, citó este martes al ministro del Interior.
Además, la Fiscalía Nacional Financiera francesa, ya se encuentra estudiando las revelaciones de la prensa para determinar si hay materia para abrir una investigación, indicaron fuentes judiciales a la agencia Efe.
Agencias


