El 28° Juzgado Civil de Santiago aprobó la liquidación de bienes del Club de la Unión, dando inicio a su proceso de quiebra. La emblemática institución, fundada en 1864, enfrenta una deuda de más de 1.178 millones de pesos.
La deuda corresponde a cotizaciones impagas, sueldos e indemnizaciones adeudadas a más de 30 trabajadores despedidos durante la pandemia. Se trata de garzones, porteros, cocineros y recepcionistas, cuyos sueldos rondaban los 800 mil pesos.
La crisis se arrastraba desde el estallido social y se agravó con la pandemia. En 2020, los trabajadores iniciaron una demanda laboral que fue respaldada por varias sentencias judiciales.
Uno de los principales obstáculos fue la existencia de la sociedad Unión Inmobiliaria S.A., creada en 1946 por el entonces presidente del Club, Gustavo Ross Santa María, para traspasar todo el patrimonio. Sin embargo, una sentencia de 2024 determinó que existía una unidad económica entre ambas entidades, permitiendo que se embarguen los bienes.
SE PONDRÁ EN LIQUIDACIÓN
El abogado Jorge Blas, representante de los trabajadores, celebró el avance judicial:
“Ese es, digamos, casi el capítulo semifinal de una larga historia que contempla la sentencia que obtuvimos en el juicio en el que defendimos a los trabajadores del club. (…) Simplemente fue un subterfugio que en ese tiempo se acomodó a la excusa de que existía el peligro de que políticamente alguien pudiera apropiarse de los bienes del Club de la Unión”.
Con la nueva resolución, se podrán liquidar incluso los bienes artísticos y el edificio histórico del club, ubicado en pleno centro de Santiago.
Durante el proceso, los trabajadores se enfrentaron a directivos de alto perfil, como Matías Pérez Cruz, presidente del Club y de la empresa GASCO, y Ricardo Izurieta Linzmayer, hijo del excomandante en jefe del Ejército.

El presidente del sindicato, Ricardo Baeza, destacó el logro tras años de lucha:
“Fue bastante dura, ha sido bastante dura porque nosotros creíamos en ello. (…) No sería cuando se les gana y que se le tenga que pagar el 100 por ciento de la deuda que hay de arrastre con los trabajadores y que se paguen las cotizaciones. Yo creo que eso es lo mejor que nos puede suceder”.
Actualmente, el tribunal debe notificar a la Superintendencia de Insolvencia para designar a un liquidador. Por su parte, los abogados del Club ingresaron un recurso al Tribunal Constitucional para intentar revertir la orden de liquidación, el cual está pendiente de resolución.
El futuro del tradicional recinto, símbolo de la élite chilena por más de 150 años, ahora está en manos de la justicia. (ADN)



