Tras semanas de hermetismo luego de la primera vuelta, el exaspirante presidencial Marco Enríquez-Ominami (ME-O) retomó la escena pública este lunes para comparecer ante el Ministerio Público. La diligencia se enmarca en una denuncia administrativa interpuesta por el propio político, la cual apunta a eventuales responsabilidades de la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, y la fiscal adjunta Paola Castiglione, en el contexto del prolongado caso SQM.
El exabanderado del Partido Progresista aclaró que su presencia busca ratificar un testimonio sobre lo que califica como una persecución injusta de once años. ME-O sostuvo que, pese a haber sido finalmente absuelto, fue víctima de un «uso político de la justicia» que lo excluyó del debate público mediante filtraciones y acusaciones que resultaron ser falsas, afectando gravemente su entorno familiar y su carrera política.
En su declaración, Enríquez-Ominami enfatizó que la acción no solo busca una reparación personal, sino sentar un precedente para evitar que otros ciudadanos enfrenten procesos similares financiados con recursos estatales. A su juicio, la investigación fue desproporcionada y operó como una herramienta de exclusión electoral durante más de una década.
Desde el ámbito legal, expertos advierten sobre la complejidad de esta ofensiva administrativa. El exfiscal Andrés Cruz señaló que, si bien estas indagatorias son posibles, enfrentan el obstáculo de la prescripción de posibles faltas disciplinarias. Cruz subrayó que será determinante establecer con exactitud la fecha de las supuestas irregularidades para que la denuncia prospere.
Además, el escenario judicial presenta aristas pendientes, ya que el proceso aún no cuenta con una sentencia definitiva ejecutoriada, lo que incluso permitiría la presentación de recursos de nulidad. La acreditación de una «motivación política» en el actuar de los persecutores es considerada por los analistas como un desafío jurídico de alta dificultad, especialmente porque varios involucrados ya no pertenecen al organismo.
La reaparición de ME-O, justo un día después de la elección presidencial que dio el triunfo a José Antonio Kast, marca su retorno al tablero político desde la vereda judicial. Con esta acción, el exlíder progresista busca cerrar un capítulo que marcó su trayectoria por los últimos tres ciclos electorales, intentando ahora establecer responsabilidades administrativas dentro del ente persecutor. (NP-Gemini-Bio Bio)
