La fiscal de Valparaíso Paola Castiglione remitió ayer a la persecutora Centro Norte, Ximena Chong, las declaraciones que prestaron en el caso SQM, como testigos, la presidenta y el vicepresidente del Partido Progresista (PRO), Patricia Morales y Camilo Lagos, respectivamente.
La determinación de la Fiscalía de la V Región se debe a que por lo menos Lagos se habría referido la semana pasada, además de la investigación por SQM, al uso, durante la campaña presidencial de Marco Enríquez-Ominami en 2013, de un avión privado de la constructora brasileña OAS. Por esto, Chong investiga al ex abanderado por presuntos delitos tributarios y electorales, además de un posible fraude de subvenciones.
Ayer, el PRO emitió un comunicado en el que informaron sobre la declaración de Lagos ante la fiscalía. “Nuestro vicepresidente programático se reunió la semana pasada con los fiscales Castiglione y Claudio Rebeco, en calidad de testigo, para declarar en la causa SQM”, se lee, junto con agregarse que “(Lagos) aprovechó la instancia para aclarar la utilización del avión de la campaña presidencial”.
El PRO optó por pronunciarse públicamente sobre este caso luego que a primera hora de ayer ME-O compareciera ante la fiscal Chong, como imputado, para que le tomaran declaración. El ex candidato, no obstante, evitó entregar su testimonio, utilizando su derecho a guardar silencio.
Después, en su cuenta en Facebook, comentó: “Fui citado a declarar como imputado y usé mi derecho a guardar silencio. Confío en que todo se aclarará cuanto antes y en la celeridad y buen trabajo de la fiscalía”. Además, dijo que “fui candidato, y no fue mi tarea acordar con proveedores”.
Chong, en tanto, también solicitó a la PDI el registro de los movimientos migratorios de ME-O. Esto, para determinar a qué países viajó en el período previo, durante y posterior a la campaña. Trascendió que esa información ya fue remitida a la persecutora.
CAMBIO DE VERSIONES
El comunicado del PRO entrega una nueva versión sobre los hechos. En marzo, La Tercera publicó que en la campaña de ME-O se había utilizado el avión brasileño y que, pese a eso, sólo se había informado ante el Servel cerca de $6 millones en transporte.
Aquella vez, Lagos dijo que “el avión fue parte del paquete que ofreció la agencia brasileña que vino a Chile a hacerse cargo de las principales tomas”, junto con señalar que “legalmente, nosotros como campaña no podemos gastar en un servicio provisto por extranjeros (…); el mismo Servel nos sugería hacerlo a través de agencias chilenas, y lo hicimos por una agencia chilena que contrató a la agencia brasileña”. Enríquez-Ominami, además, dijo por esos días a radio Agricultura que “ese avión lo pagamos nosotros”.
En julio, sin embargo, el ex director internacional de OAS Augusto Uzeda contradijo la versión y aseguró que ese avión fue donado para la campaña tras una decisión de la compañía, declaraciones sobre las cuales ni ME-O ni el PRO se pronunciaron ayer. (La Tercera)
