Con un llamado a que la votación no sea una «venganza» contra el Gobierno de parte del ministro de Hacienda, Mario Marcel, terminó ayer una intensa jornada de debate por la reforma de pensiones.
Y es que los cuestionamientos por parte de los diputados continúa -junto con la intención de rechazar la idea de legislar-, y desde la administración del Presidente Gabriel Boric, en palabras de la titular del Trabajo, Jeannette Jara, siguen intentando llegar a acuerdos.
«Si un parlamentario, como lo escuchamos hace un rato, dice que ‘es que acá los acuerdos son con nosotros’, yo le diría quién entregó ese monopolio de los acuerdos a un sector político. La búsqueda de acuerdos tenemos que hacerlo con el Congreso en su conjunto. Llevamos 14 meses buscando acuerdos, encontramos algunos en el camino y sobre todo encontramos algunos importantes en esta etapa final (…) ojalá que finalmente otros sectores que anuncian ahora su voto en contra en la votación en general estén dispuestos a sumarse a ese esfuerzo, porque así es como se legisla bien», dijo el secretario de Estado.
Además, preció que «esto ya no es un tema de expertos, es un tema personal. Yo hace 32 años que vengo trabajando con el Congreso y creo que las mejores experiencias en materia legislativa son cuando hemos logrado generar acuerdos, cuando hemos logrado generar diálogo y no nos hemos dado portazos en la cara mutuamente (…) La idea de votar en contra de la propuesta del Gobierno, porque los parlamentarios de Gobierno antes votaron en contra de otras propuestas, significa que no vamos a tener entonces nunca una solución, que vamos a guiar nuestras votaciones por el ojo por ojo. O sea, va a ser la venganza, la orientación fundamental de nuestras decisiones para votar temas tan trascendentales como una reforma previsional».
El Gobierno está promoviendo la aprobación del «3 y 3», es decir que del 6% de cotización adicional un 3% para a capitalización individual, mientras el otro 3% a solidaridad -una propuesta que emanó de la Democracia Cristiana (DC) con el fin de destrabar la discusión y que dejó atrás las antiguas fórmulas-.
Una reciente encuesta de «Chile Nos Habla» de la Universidad San Sebastián (USS) reveló que menos de un 30% de las personas se inclina por dicha idea. En tanto, solo un 28,4% de las personas la prefiere.
La medición de la USS mostró, además, que el beneficio de la reforma más valorado es el incremento de la PGU a $250.000, con más de la mitad de las preferencias: Un 70,1% prefiere que la cobertura de este beneficio se mantenga para el 90% de la población con menores ingresos.
Otro dato que reveló, fue que un 71,4% de los encuestados prefiere que todo o la mayor parte de la cotización adicional del 6% se destine a sus cuentas individuales.
Otro sondeo reciente que entregó información al respecto, fue el de Cadem (del 21 de enero). Este expuso que un 43% sabe poco o nada de la reforma de pensiones presentada por el presidente Boric, frente a un 19% que sabe mucho o bastante y 38% que sabe algo.
A su vez, un 35% está de acuerdo con la iniciativa del Gobierno versus 51% que está en contra, y respecto al destino del 6% extra de cotización, un 65% quiere que vaya en su totalidad a la cuenta individual, mientras que 32% que se distribuya en partes iguales entre la cuenta del trabajador y un fondo común solidario.
En el caso de si se estableciera la necesidad de un fondo común solidario para mejorar las pensiones de los jubilados de menores ingresos, un 53% cree que debería financiarse con más aportes estatales que vengan desde los impuestos generales; un 31% considera que debería venir de una parte del 6% extra de cotización; y un 9% que debería financiarse con las cotizaciones actuales de jóvenes y personas de mayores recursos.
Una indagación de Espacio Público y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo en Chile (PNUD), en conjunto con Ipsos (del 15 de enero), mostró que a la fecha existía «un bajo nivel de información de la reforma de pensiones» considerando que solo un 21% señaló sentirse muy o bastante informado, en contraposición al 77% que dijo estar poco o nada informado.
Por último, una encuesta de Criteria (de enero de 2024), analizó el conocimiento respecto de la reforma previsional.
Ante la pregunta ¿cuán familiarizado está con la propuesta de reforma previsional del Gobierno del Presidente Boric? Un 31% dijo nada, un 30% poco, un 38% algo y un 11% mucho. Ahora, en cuánto a cómo evalúan la propuesta de reforma de pensiones presentada por el Gobierno, un 25% indicó muy mala; un 22% mala; un 30% ni buena ni mala; un 18% buena; y un 5% muy buena.
La desconfianza sigue apareciendo como la principal emoción asociada a la propuesta -incluso, esta aumentó cinco puntos respecto de la medición anterior (subió de 41% a un 46%), y en relación a la distribución del 6% adicional, un 73% opta por que vaya a la cuenta individual, mientras un 27% que vaya un 5% a la cuenta individual, un 3% a fondo común y un 1% a empleo femenino. (Emol)
