Más sobre el “Misticismo estatista»

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El lector Eugenio Rivera acusa de “simplista” a Isaiah Berlin, quien utiliza la palabra “misticismo” para describir la filosofía totalitaria de Rousseau. En mi columna, rescato este acertado concepto y recuerdo que Berlin lo califica como un ingrediente central en el nazismo, el comunismo y el jacobinismo.

Ahora bien, el lector ha de saber que la teoría del contrato social es una ficción filosófica —no una realidad histórica— y que son numerosos los pensadores que vieron en la versión rousseauniana una amenaza a la libertad. Además de Berlin, Georg Jellinek, Hannah Arendt y Benjamin Constant son solo algunos ejemplos de mentes “simplistas” que, según el lector, “amenazan la democracia más que la violencia”.

Es evidente que solo una predisposición mental de tipo religioso, como la que al parecer exhibe el lector, puede llevar a creer que la “voluntad general” del “pueblo” necesariamente se encarna en el poder estatal. También es claro que nada parecido a un “misticismo” totalitario ha existido en el mundo liberal clásico respecto del mercado. Este siempre se ha concebido como un orden que emerge de interacciones de personas libres, y no como una entidad abstracta y perfecta, depositaria de una voluntad o inteligencia común que puede forzar a los individuos a seguir ciertos cursos de acción.

La verdad es que de ninguno de los teóricos liberales clásicos —o de sus sucesores— se puede decir lo que afirmó Berlin sobre Rousseau, a saber, que este era “uno de los más siniestros y formidables enemigos de la libertad en toda la historia del pensamiento moderno”. (El Mercurio Cartas)

Axel Kaiser