En medio del debate sobre el financiamiento a la educación superior, el Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) realizó sus planteamientos en el área, los que avanzan -según indican- «hacia un sistema que pone en el centro al alumno».
Así, proponen mantener el sistema de Crédito con Aval del Estado (CAE) que se utilizaría para los aranceles universitarios y sustituir el sistema de becas por uno «que entregue recursos de libre disposición a los estudiantes». Estos permitirían que los jóvenes cuenten con fondos para «resolver sus necesidades inmediatas».
Alejandra Candia, directora del programa social de LyD, explica que la propuesta «apunta a atender las reales necesidades de las personas vulnerables. Cuando uno mira las encuestas, se ve que las personas dejan de ir a la educación superior porque tienen un elevado costo de oportunidad: ya sea porque dejan de recibir un ingreso en el mercado laboral o porque no pueden mantenerse en el sistema por los materiales, por la alimentación y transporte, entre otros».
Uno de los escenarios que LyD diseña es que los jóvenes de los dos primeros deciles reciban una beca de $250 mil (el sueldo mínimo). Y ese monto va disminuyendo a medida que la condición de vulnerabilidad de los beneficiados mejore. Esta propuesta costaría US$ 901 millones al año.
En cuanto a los créditos, Candia asegura que se deben pagar en relación al sueldo del beneficiario. Además, se propone que las universidades sean aval de una parte, para evitar una inflación excesiva de los aranceles.


