La mañana del jueves la comisión de Sistema Político dio un paso significativo hacia la discusión de temas de fondo que serán incluidos en el proyecto de Carta Magna. Por primera vez, 23 de los 25 convencionales que la componen sinceraron sus posiciones frente a la idea de implementar un nuevo régimen de gobierno, alterar la composición del Congreso e intervenir el sistema electoral. “Hoy es un hito. Vamos a pasar a la discusión constitucional más de fondo, con temas específicos. Es la primera comisión que empieza a abrir las temáticas”, dijo al comienzo de la sesión el coordinador de la comisión, Ricardo Montero (PS).
En los cuatro minutos cronometrados que se le otorgó a cada convencional, ellos compartieron sus apreciaciones tras las semanas de audiencias públicas que han recibido, instancias en que académicos, expertos y organizaciones civiles han expuesto sus ideas sobre sistemas políticos. En la antesala de las elecciones presidenciales, la comisión dio cuenta de que aún no existe una mayoría simple -13 votos a favor- para definir algún régimen, pues diez de los 23 convencionales de la comisión se muestran a favor de instaurar un régimen presidencial atenuado, mientras que ocho constituyentes dicen coincidir más con un régimen parlamentario. Un convencional apoya la idea de un régimen semipresidencial, mientras que los cuatro restantes no se pronunciaron por un régimen específico.
En cuanto al Poder Legislativo, en la instancia tampoco se demostró la existencia de una mayoría simple para definir la composición del Congreso. La alternativa más popular, con 10 apoyos, fue mantener las dos cámaras del Congreso, aunque gran parte de sus defensores sostuvo que se deberían diferenciar según funciones: que la Cámara de Diputados y Diputadas se ocupe de aspectos políticos y el Senado, de representar a las regiones. Por detrás de esta idea, la segunda opción que reunió más apoyo -con ocho manifestaciones a favor- es la de un Congreso unicameral.
En la tarde del jueves, la Convención tuvo un arduo debate sobre dos propuestas de declaración contra la violencia: una proveniente de un bloque oficialista -que fue ingresada a mediados de octubre- y la otra de convencionales de oposición, presentada el 10 de noviembre, al no estar satisfechos con el primer concepto ingresado por los ex Vamos por Chile.
Con 55 votos en contra, 44 a favor y 43 abstenciones, el pleno decidió rechazar la declaración presentada por los 20 convencionales oficialistas que establecía que la nueva Constitución debía condenar “todo tipo de violencia como forma de expresión política”.
Patricia Politzer (INN), una de las autoras de la declaración presentada por 49 convencionales de distintos colectivos, dijo que la propuesta oficialista era “insuficiente”: “Como sociedad somos víctimas de múltiples formas de violencia”, dijo durante la discusión.
El documento opositor dice que “la violencia no es el camino para superar la crisis político y social (…) Limitarse a condenar la violencia no es suficiente ni responsable. Es reducir el problema y utilizarlo de manera demagógica. Sin validarla ni justificarla, es indispensable añadir a lo anterior el análisis sobre sus orígenes”.
Después de un encendido debate, este último escrito fue aprobado con 89 votos a favor, 20 en contra y 19 abstenciones. (La Tercera)