Los generales y almirantes de Kast, Matthei y Kaiser

Los generales y almirantes de Kast, Matthei y Kaiser

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La situación de seguridad pública en la que se encuentra Chile ha significado el regreso de los generales y almirantes, claro está en condición de retiro, a la primera línea de la política nacional, algo que no se veía desde que terminó el gobierno militar y los senadores designados de la constitución de 1980.

La semana pasada, en una elaborada puesta en escena para la incorporación de Rodolfo Carter al equipo de seguridad de los Republicanos, José Antonio Kast además presentó formalmente al contraalmirante (r) Jorge Parga Balaresque, un prestigioso oficial de marina que se hiciera famoso cuando comandante en jefe de la Segunda Zona Naval y jefe de la defensa para las provincias de Arauco y Biobío, fue removido del último cargo a los pocos días de ser designado por el Presidente de la República por declaraciones hechas el año anterior en defensa de la inocencia de un infante de marina que estaba procesado por su actuar durante el llamado Estallido Social, pasando además a retiro a fines de ese año.

El almirante Jorge Parga se agrega al general de división (r) Cristián Vial, que se hiciera famoso por estar a cargo de la parada militar, el general de Carabineros (r) Enrique Bassaletti, y el coronel de Gendarmería (r) Luis González, quien se había desempeñado hasta el 2024 como subdirector de esa institución. Sospecho que no serán los únicos, y que van a aparecer más nombres conforme nos acerquemos a la fecha de las inscripciones para diputados y senadores.

La estrategia de los Republicanos en materia de seguridad es armar un equipo con rostros conocidos del mundo militar y de la seguridad, con fama o mirada de muy duros, de modo que se puedan apropiar del atributo de seguridad, la principal preocupación de los chilenos. Las encuestas indican que hasta ahora esa decisión está pagando, siendo correcta y se les cree más a ellos que a otras candidaturas cuando se trata de ese tema.

Es conocido que el general Vial va de candidato a senador, no estando claro qué labores realizarían el resto en un gobierno de JAK, algo que también afecta a Rodolfo Carter, quien bien podría ir de candidato a senador como bien ocupar una posición en el gabinete. Rodolfo Carter viene con la fama de alcalde duro y de combatir al crimen organizado en la Florida, donde echó abajo las narcocasas, algo que valió críticas del oficialismo.

Se sabe que en el comando de Evelyn Matthei hay algunos oficiales generales asesorándola en materias de seguridad y defensa, pero son menos visibles excepto por el contraalmirante (r) Macchiavello, que se le ha visto acompañándola en algunas reuniones y visitas a terreno. La diferencia entre las campañas de Kast y Matthei está en que ella fue una exitosa alcaldesa y que le dedicó bastante tiempo a la seguridad pública, por lo que es algo que ella siente como propio y maneja directamente. Kast en cambio tiene que buscar o atraer a los rostros militares y policiales para equiparse para la competencia por la presidencia en lo que a seguridad se refiere.

Por otro lado, Johannes Kaiser fue cadete militar, siente cercanía por ese mundo, y es quizás quien más ha defendido la realidad de los viejos militares que están presos en Punta Peuco, Colina 1 y otros penales. Tiene mucho arrastre en la familia militar y varios de los que firmaron en su partido libertario vienen de ese origen, pero dicho eso, en su comando y liderazgo no hay por ahora oficiales generales, pero se sabe de varios que lo apoyan y están listos para incorporarse si son llamados al servicio.

Claramente en otras circunstancias la necesidad por lo militar y lo policial no estaría en alta demanda, demanda que también se genera en las direcciones de seguridad de las municipalidades, las gerencias de seguridad corporativas de grandes empresas, y por asesores de directorios de compañías que cotizan en bolsa. Nunca había estado tan alta la empleabilidad de los retirados de las instituciones de la defensa y de las policías.

Estas incursiones en política de generales y almirantes en retiro no es algo nuevo, tenemos en tiempos recientes los casos de almirantes retirados que han sido senadores por la quinta región, buenos senadores, por cierto, pero han sido la excepción. Es la compleja situación de inseguridad que ofrece a estos oficiales la posibilidad de seguir cooperando con Chile después de haber finalizado sus carreras de aproximadamente 40 años.

Debo reconocer que la preparación que tienen es excepcionalmente buena y que tienen todo el derecho de desempeñarse en labores políticas o de gobierno, pero cuando esto se vuelve masivo, genera la sensación de una militarización de la política que termina afectando a las instituciones de las que provienen, más aún si todos terminan incorporándose a partidos políticos de centroderecha o derecha.

Lo normal hasta ahora es que los generales y almirantes en retiro fueran profesores en las academias institucionales, continuaran navegando o volando si eran marinos o pilotos respectivamente. Ya veremos si esta incorporación de varios prestigiados oficiales generales al mundo más político o de la seguridad pública resulta efectivo, porque una cosa es tener cara de malo o fama de duro, y otra es poder cumplir con las expectativas de un público y un pueblo que clama desesperadamente por seguridad.

Para finalizar, a mis amigos militares, marinos, aviadores y policías en retiro, cuidado con el mundo político, un mundo del cual ustedes no provienen y en el cual no tienen redes. Las lealtades no son a las que estamos acostumbrados y solo les serán útiles conforme entreguen resultados y no opaquen a los que les han ofrecido volver a servir. (El Líbero)

Richard Kouyoumdjian