El autor del ataque incendiario que el viernes 16 destruyó una ruca turística que el presidente del Consejo de Loncos, Aniceto Norín, iba a inaugurar en la comunidad de Didaico, en Traiguén, está identificado. Es un comunero mapuche, vecino de esos territorios. Su acción -que causó pérdidas por $50 millones y afectó a tres comunidades que aportaron al proyecto- fue presenciada por testigos, aunque Norín asegura: «No lo denunciaré, pero le pido que no haga más daño».
El representante indígena enmarca el atentado dentro de la seguidilla de hechos de violencia realizados luego de la muerte de Camilo Catrillanca, ocurrida el 14 de noviembre en medio de un operativo policial. «Nunca pensamos que iba a ocurrirnos algo así. Nosotros no tenemos nada que ver con lo que pasó (la muerte de Catrillanca) y siempre solidarizamos con la familia. Me tocó a mí y después le puede ocurrir a otro».
Norín expresa que «hay un grupo al que le impactó que me reuniera con el Presidente Piñera, pero yo no tengo problemas con él ni con ningún sector. A mí me condenaron en la época de la Concertación», señala, en alusión a la sentencia que cumplió -entre 2003 y 2007- por el delito de «amenaza terrorista». Luego, Norín ganó una demanda contra el Estado.
«Yo trabajo independiente, con mi propio esfuerzo, para salir adelante y sin asuntos políticos. No soy de la derecha, como algunos andan diciendo», recalca el lonco.
Debido al episodio que destruyó la ruca, y otras amenazas que ha recibido tanto hacia su vida como hacia la planta secadora de leña con que cuenta su comunidad, Norín pidió a la fiscalía protección policial y hoy su comunidad cuenta con vigilancia las 24 horas. «Es primera vez que tenemos carabineros acá», detalla, y agrega que distintos miembros de su organización también se turnan para prevenir nuevos hechos de violencia.
Expresa que seguirá llamando a la paz en La Araucanía, como lo hizo en julio junto a Jorge Luchsinger y al machi Camilo Cayupil, para conseguir un permiso para que Celestino Córdova asistiera a una ceremonia indígena. Sobre la renuncia del exintendente Luis Mayol, dice que «esa es una decisión del Gobierno». Destaca que luego de la destrucción de la ruca, este lo llamó y le ofreció ayuda, pero advierte que no tuvo mayor contacto con él. Sobre el nuevo jefe regional, Jorge Atton, Norín explica que esperará que se instale antes de solicitarle una audiencia.
Su próximo objetivo es levantar otra ruca, con capacidad para 250 personas, e inaugurarla a fines de diciembre. Para el próximo año espera concretar la alianza con una viña e iniciar la producción de vino en su comunidad. (El Mercurio)


