La recta final, entrada por los palos-Magdalena Merbilháa

La recta final, entrada por los palos-Magdalena Merbilháa

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Hemos visto cómo las distancias entre los candidatos de derecha se han acortado. De hecho, el propio Alberto Mayol augura un empate técnico en el que cada uno de los candidatos del sector, Evelyn Matthei, José Antonio Kast y Johannes Kaiser obtendrían un 20%. El nerviosismo se ha visto claramente en La Moneda, que ya dan por perdida la candidatura de Jeannette Jara. Lo que es evidente desde su actuar, lo que a la propia Jara tiene más que preocupada. La derecha hoy suma más, un 60% y creciendo. Eso es sin considerar a Franco Parisi, ya que si lo sumamos es aún más, o no, ya que él mismo dijo que podría votar en blanco o nulo si no es él quien pasa a segunda vuelta. Según él porque los otros candidatos “no son buenos para Chile”. Olvida el señor Parisi que la alternativa es una comunista. Ciertamente dichos ególatras e irresponsables.

La situación actual ha hecho que el propio Presidente salga a atacar a José Antonio Kast de modo permanente y a su vez, el candidato Republicano, con justa razón, ha increpado al Presidente por el caso Pro Cultura, ya que pareciera ser que a todas luces el caso ha sido tapado con tierra para no salpicar a la Moneda y al propio mandatario. Chile entero lo sospecha, es pornografía pura. No se explica de otro modo los frenos en la investigación.  Por su parte, Evelyn Matthei, quien había dicho que no seguiría con peleas chicas y que miraría temas país, ha manifestado su molestia por el hecho que desde la Moneda se aluda y ataque a Kast, ya que eso le quita visibilidad, no sólo a Jara, sino también a ella. Las rencillas no han faltado.

Todo pareciera apuntar a que el Presidente está preparando su rol de “líder de la oposición” para proyectar otro gobierno en cuatro años más. Para él un gobierno de Kast le parece un terreno más conveniente y conocido. Claramente, puede intentar culparle y endorsarle los costos políticos de la mala gestión que él mismo ha tenido. Para ordenar la casa habrá que hacer sacrificios y el Presidente quiere hacer como que todo eso no es más que voluntarismo, cuando es sentido de realidad.

Viene la recta final y los debates más importantes se avecinan. El escenario electoral ha estado cambiante y sin duda, hoy sorprende a muchos el ascenso de Johannes Kaiser. El punto es si es realmente sorprendente. Resulta ser un candidato auténtico, honesto y con sentido de realidad. Que habla “de corrido” en varios idiomas y de modo directo. Dice lo que muchos quieren escuchar. Chile despertó, es verdad, no con el estallido delictual como se intentó instalar, a seis años eso es claro y evidente. Tras el intento refundacional y el triunfo del 62% se valoró lo que se tenía ya que el ser humano curiosamente valora lo que pierde. Chile estuvo en la cornisa. Pero el despertar real y total vino por la mala gestión de este gobierno. Nadie está mejor, todos están peor. Cada uno de los índices está peor que hace cuatro años. El gobierno de la coalición del Frente Amplio, con los comunistas y el viejo socialismo democrático no han dado el ancho y han sido un ejemplo de mediocridad y cero gestiones. No lo hicieron bien, y lo que más golpea a la candidata Jara es ser la continuación del gobierno. Ciertamente es comunista, lo que no es venial, sino mortal; pero eso se camufla con el cuentito de “la social demócrata”. Pero es la continuidad de un gobierno que para la percepción ciudadana va en caída libre. Cada semana hay algo que nos recuerda lo mal que lo hacen. La semana pasada no llegaron a tomar el Simce, tal vez de modo deliberado para evitar tener los resultados de educación. Quisieron culpar a los contratistas, ya que para ellos no existe algo así como responsabilidades individuales, ya que se conciben como “víctimas perpetuas”. Antes de eso, fue el mal cálculo de la luz y el ataque a los bolsillos de las personas. Un abuso desde el Estado sin tener posibilidad alguna de defendernos. Los overoles blancos en los colegios preparan los motores para desplegar la violencia y usarla como modo de hacer política cuando las urnas no les den el poder. Las comunidades educativas reales ya no quieren más matonaje ni ideología en sus colegios. Están más que cansados. Los que nos gobiernan validan la violencia y la protegen.

Chile está cansado y despertó. No es sólo una crisis de seguridad, que sin duda es dramática. Esta semana murió un niño en un choque de ladrones aparentemente vinculados al crimen organizado. Bandas que se han apoderado de gran parte de la ciudad.

Chile se cansó y despertó. Es en este contexto de crisis de seguridad, salud, educación, vivienda, empleo que las propuestas honestas y claras del candidato Johannes Kaiser hacen eco en la clase media y popular. Es algo que los políticos no vieron venir, porque son políticos y no han entendido que Chile y los chilenos están cansados de la política y de los políticos. Los chilenos entienden que son los políticos en gran medida culpables de la crisis que hoy vivimos. Fue el excesivo idealismo, buenismo y falta de sentido de realidad lo que permitió que se llegase hasta donde estamos. Hay que tomar medidas duras para enmendar el camino y muchas de las propuestas son blandas o algo blandas.

Se necesita coraje para hacer lo que hay que hacer y los chilenos ven que los políticos no están dispuestos a hacerlo, porque no quieren perjudicar su “capital político individual”. Hacer lo correcto y lo que se debe, implica ser “políticamente incorrecto” y estar dispuesto a limpiar la política, desarmar la “casta” y hacerse de “los mejores”. Chile necesita recuperar el mérito y sí, también el lucro. Bajar los impuestos para fomentar la inversión ya que la mejor política pública es el empleo y hoy, eso es un drama. Atención, el crecimiento de Kaiser tiene que ver con saber tocar esa “tecla” del sentir de Chile, con un discurso claro y distinto, sin medias tintas. Aún queda una recta final y la carrera no está corrida. Cualquiera de los tres candidatos de derecha que pase a segunda vuelta será apoyado por el resto de la derecha y quien no lo haga no quiere a Chile. Seguramente seremos gobierno en el siguiente turno, pero hay que leer a la gente y saber que hay que estar dispuestos a enderezar la casa, ya que ese es el único modo para que haya un real futuro país. (El Líbero)

Magdalena Merbilháa