El presupuesto nacional de Chile para 2025 asciende a 88 mil millones de dólares. Este instrumento, que requiere al menos cinco meses de discusión, somete a evaluación cada programa y servicio público principalmente desde la perspectiva de su ejecución presupuestaria, dejando en segundo plano el análisis de su impacto social efectivo.
Actualmente, existen en Chile al menos cuatro instituciones enfocadas en un mismo objetivo: fomentar el emprendimiento. Estas son, el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC), el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO). Aunque hay más entidades con funciones similares, estas constituyen las principales.
Estas cuatro instituciones suman un presupuesto total de aproximadamente 2 mil millones de dólares, financiados íntegramente con los impuestos de todos los chilenos. La pregunta crucial es: ¿llegan efectivamente estos 2 mil millones de dólares a los emprendedores?
INDAP, orientado al desarrollo agropecuario, destina anualmente casi 56 mil millones de pesos sólo en gastos de personal. A esto, se suman las transferencias realizadas a entidades intermediarias entre el servicio y los beneficiarios finales.
Por su parte, SERCOTEC tiene como objetivo apoyar a las micro y pequeñas empresas para impulsar su desarrollo y crecimiento. Ofrece servicios de asesoría técnica, capacitación (función que también cumple el SENCE) y financiamiento. Su presupuesto alcanza los 68 mil millones de pesos, de los cuales el 19% se destina a gastos en personal.
En el caso del FOSIS, dependiente del Ministerio de Desarrollo Social, uno de sus principales focos es el desarrollo de programas de autonomía económica, proporcionando capital inicial a micro emprendedores para negocios locales. Cuenta con un presupuesto de 98 mil millones de pesos, de los cuales 20 mil millones se destinan a recursos humanos.
CORFO, creada en 1939 por el presidente Pedro Aguirre Cerda, también centra su misión en el desarrollo productivo y el emprendimiento, con una línea especialmente potente en el ecosistema de startups. Dispone de un presupuesto de 1,4 mil millones de pesos, destinando aproximadamente 34 mil millones a gastos de personal.
En conjunto, estas cuatro instituciones destinan 128 mil millones de pesos al pago de recursos humanos, evidenciando claros cruces en sus funciones y obligaciones. Esta superposición dificulta que los recursos lleguen directamente a los emprendedores, quienes representan un factor clave para reactivar el crecimiento económico de Chile.
El desarrollo económico será un elemento fundamental para el próximo gobierno, pues Chile necesita urgentemente retomar la senda del crecimiento. Sabemos, además, que en materia de gasto público las perspectivas no son alentadoras: se requiere recortar al menos 6 mil millones de dólares, lo que exige una profunda reingeniería del Estado, sin perjudicar a los beneficiarios finales del gasto público: los ciudadanos.
Para garantizar que los recursos lleguen efectivamente a los emprendedores, resulta imprescindible fusionar estos servicios públicos en una única entidad, generando ahorros significativos en personal y en bienes y servicios, eliminando la duplicidad de funciones y el traslape de beneficiarios. Esta integración permitiría concentrar toda la gestión del emprendimiento y desarrollo en una sola institución que debería ser CORFO.
El principio rector del próximo gobierno debe ser la eficiencia en el gasto, porque los recursos son limitados, y asegurar que quienes necesiten apoyo estatal para desarrollarse -los emprendedores- lo reciban de manera efectiva.
No puede el estado seguir financiando más burocracia, la plata y las oportunidades deben ser para los emprendedores. (El Líbero)
Sebastián Torrealba
