¿La magia del sur?-Pilar Lizana

¿La magia del sur?-Pilar Lizana

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Fue un viaje relámpago al sur. Ocho horas estuve en Osorno, entré y salí por Puerto Montt. Una hora de viaje en taxi entre el aeropuerto y el lugar de la reunión fue más que suficiente para notar como ha cambiado el sur de Chile. ¿Cómo está la cosa? Lo primero que uno le pregunta a un taxista, son quienes tienen el termómetro del lugar. “Ha cambiado mucho”, me dijo el conductor.

“Llegaron los extranjeros y eso ha sido muy complicado”. Cuando se refería a los extranjeros no se refería a los migrantes que buscan trabajo, se refería a los delincuentes que armados disparaban en la calle. El microtráfico se está tomando las plazas y los más jóvenes son reclutados para vender la droga.

El ya histórico problema de seguridad de la macrozona sur también fue tema de conversación, pero lo más llamativo es cómo ha cambiado el panorama completo.

Conductores de camiones que no quieren trabajar por miedo al robo de carga o quema de la maquinaria, camioneros envueltos en cruces de droga por la frontera y jóvenes reclutados por mafias o grupos violentos organizados están haciendo que la magia del sur desaparezca.

El taxista percibía un cambio real en materia de seguridad, hablaba de las tomas, de balaceras en la calle y más. Pero, ¿qué dicen los números?

El informe de crimen organizado publicado hace unas semanas por la Universidad San Sebastián muestra que la región de Los Lagos aumentó un 49% los delitos asociados al crimen organizado. La corrupción, delitos asociados a armas y contrabando son los que más crecen.

Los homicidios, aumentaron un 71% entre 2023 y 2024 en la región de Los Ríos, las extorsiones un 33% entre 2022 y 2023 en la misma región. Mientras que los secuestros crecen en torno al 30% en La Araucanía y Los Lagos.

Chile es el segundo país en el ranking de terrorismo en Las Américas, el primero es Colombia. Los hechos ligados a este fenómeno, se ubican en el sur.

El taxista tenía bastante bien medida la temperatura del lugar. La criminalidad que entró por el norte se ha desplazó hacia el sur, el Estado de Emergencia en La Araucanía y Biobío ha desplazado el fenómeno a otras regiones. Aysén encendió todas las alertas en el último informe de homicidios por el aumento en la tasa de muertes violentas.

No podemos seguir diciendo que estamos mejor que los demás. Eso es evidente. Los números de los demás son críticos. Chile no está en la UCI, pero podría estarlo.

Si se disminuye el empleo lentamente porque la violencia no deja a los chilenos trabajar tranquilos, si tampoco incentiva las inversiones y el desarrollo, seguiremos llenando de militares y policías el país pero no estaremos construyendo estado porque, quienes materializan al estado -es decir, sus ciudadanos- se van. Si no hay inversión ni desarrollo ni empleo, a lo único que contribuimos es a dejar espacios vacíos para la criminalidad.

No tenemos que perder la magia del sur ni la belleza del desierto, y para eso hay que incentivar la inversión, el empleo y el desarrollo. Avanzar en infraestructura, que las carreteras pasen por todas partes y que no quede ningún chileno desconectado. Porque, no hay mejor respuesta que un pueblo que ocupa el territorio, protege fronteras y construye estado. (El Líbero)

Pilar Lizana