La estabilidad frenteamplista/PC-Joaquín García Huidobro

La estabilidad frenteamplista/PC-Joaquín García Huidobro

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Camila Vallejo ha destacado que “nosotros llegamos al Gobierno primero para estabilizar; segundo, para volver a hacer crecer al país, y, tercero, para transformar”. Asimismo, ha señalado algunos logros del Gobierno, entre ellos, la reducción de la inflación y el desempleo.

Vale la pena examinar si las cosas son así.

La disminución del flagelo inflacionario es un hecho y efectivamente el Gobierno puede atribuirse parte de este mérito, porque fue capaz de terminar con el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) universal. Este era un mecanismo de carácter absolutamente excepcional, debido a la pandemia, pero se requería valor para terminarlo y el Gobierno lo tuvo.

Con todo, aparte de los factores externos, gran parte de la inflación precedente se debía a los retiros de fondos previsionales, y aquí podemos preguntarnos: ¿quién los impulsó? Ciertamente, hubo personas de derecha que apoyaron estas medidas que significaban un grave daño futuro a nuestra población; sin embargo, la responsabilidad fundamental está en la izquierda, y el FA/PC no puede eludirla. En suma, el Gobierno tiene mérito, aunque no tanto como Camila Vallejo supone.

¿Qué pasa con la reducción del desempleo? La ministra nos dice que se han creado casi 500 mil empleos, pero no podemos olvidar que estamos comparando con la desmedrada situación en que nos dejó la pandemia. Además, la tasa actual de desempleados es todavía mayor que la que existía antes del 18 de octubre de 2019 y una parte importante del empleo se debe al sector público.

Queda por analizar el tópico de la estabilidad, que hoy repiten diversas figuras de Gobierno, casi como si formara parte de un libreto. Aparentemente tienen toda la razón.

A pesar del auge de la delincuencia y otros problemas, el país es ahora más estable que, por ejemplo, en febrero de 2022. Ya no hay relevantes figuras del frenteamplismo que, como Sebastián Depolo en su momento, digan que “vamos a meterle inestabilidad al país porque vamos a hacer transformaciones importantes”. Y el Presidente Boric se encarga de vez en cuando de dar mensajes para tranquilizar a la población, como hizo esta semana ante los empresarios.

Sin embargo, cabría preguntarse si la mayor estabilidad se debe al Gobierno o más bien al hecho de que las iniciativas del FA/PC no hayan podido realizarse, en especial la aprobación de esa Constitución que, al decir de Giorgio Jackson, estaba necesariamente ligada al proyecto gubernativo del Presidente Boric. Si hay más tranquilidad, eso se debe a los efectos del Rechazo de septiembre de 2022 y a que el FA/PC no han conseguido sus objetivos explícitos.

Además, podemos preguntarnos, ¿no tendrán los actuales gobernantes alguna responsabilidad en la inestabilidad de los tiempos anteriores? Hablar de estabilidad, entonces, podría envolver una dosis de autocomplacencia.

“Estable”, según el Diccionario de la RAE, es aquello “que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer”, lo que no calza muy bien con un proyecto que precisamente se definía por querer cambiarlo todo.

Es verdad que la vocera del Gobierno se caracteriza por un empleo un tanto singular de las palabras, pero yo no diría que la estabilidad es una asignatura donde esta administración obtiene las mejores notas. No parece, por ejemplo, que los inversionistas y las entidades calificadoras de riesgos piensen lo mismo que Camila Vallejo. Esa diferencia no se debe a que sus motivos sean espurios mientras los de la ministra inmaculados. En efecto, si de ganar dinero se trata, allí donde ve atisbos de estabilidad, reglas claras y conductas coherentes, el mundo del capital no repara en cuestiones ideológicas.

Me temo, sin embargo, que las alusiones a la estabilidad puedan leerse de otra manera, que espero no sea la que busca la ministra Vallejo. Cuando uno oye al FA/PC hablar de sí mismos como los garantes de la estabilidad no puede dejar de pensar en esas películas donde un grupo de personas quiebra las vitrinas o juega otras malas pasadas a los comerciantes y luego amablemente les ofrece protección.

A diferencia de sus congéneres europeos, una parte de la izquierda latinoamericana tiene la pésima costumbre de decir que solo ellos son capaces de asegurar la estabilidad de nuestros países, y para comprobarlo le hacen la vida imposible a los gobernantes que los han derrotado. El propio Presidente Boric ha reconocido que la actitud que tuvo el FA/PC respecto del gobierno de Sebastián Piñera no fue adecuada. La vocera se queja de tener enfrente a una oposición “muy obstruccionista”. Puede ser, pero ¿en comparación con quién? Su oposición llevó al país al borde del precipicio.

No conocemos el futuro y es posible que la izquierda mantenga la Presidencia de la República en un par de años más. Con todo, sería bueno saber desde ya qué actitud va a adoptar en caso de ser derrotada y tener que pasar a la oposición. ¿Promoverá la estabilidad, jugará lealmente, o hará cumplir su profecía de que solo ella es capaz de asegurar que el país pueda gobernarse? ¿No sería el momento de mostrar con acciones sus afanes estabilizadores y, por ejemplo, comenzar a indultar a carabineros procesados por hacer frente a una violencia desatada sin contar con los medios y la preparación adecuados?

Como se ve, la “estabilidad” frenteamplista/PC está llena de ambigüedades, pero todavía quedan dos años para descubrir en qué consiste. (El Mercurio)

Joaquín García Huidobro