El diputado y ex militante de la UDI, José Antonio Kast, explicó su renuncia al partido que fundó Jaime Guzmán, haciendo una descarnada crítica a la forma en cómo se ha manejado la tienda gremialista y que ha llevado a tenerlo en el centro de los cuestionamientos por las platas políticas.
El legislador explica que el nuevo proyecto político de la UDI lo identifica en líneas generales, pero sostiene que la puesta en práctica es difícil de llevar a cabo, ya “tiene que ir encarnados en las personas que representan el nuevo ciclo. Claramente, no había voluntad de hacer cambios reales, porque mayo era el momento donde había que cambiar la directiva completa. Creo que la probabilidad de que todo siga igual es muy alta y eso uno lo percibe en distintas cosas”.
Asegura que esa percepción se muestra en el tema presidencial, debido a que “se dice que vamos a tener candidato, pero las acciones señalan que la UDI no quiere tener candidato. Hoy todo eso se deja de lado, porque nuevamente el pragmatismo gana. Y eso nos ha hecho mucho daño, porque el pragmatismo actúa sin convicción, sin mística, busca solo resultados. La UDI fue exitosa durante mucho tiempo, pero empezó a declinar”.
Sobre ese punto, Kast sostiene que la identidad se perdió en la elección presidencial de Ricardo Lagos, “cuando nos bajó una ansiedad una ansiedad por llegar al poder y ahí se perdieron las convicciones en la UDI. Nos bajó la ansiedad de decir dónde están esos 30 mil votos. Eso fue un error, porque la gente votó por nosotros porque éramos coherentes. Pero de pronto empezaron a ver que de acuerdo con las encuestas dábamos una respuesta. Uno no puede gobernar ni en base a las encuestas ni a la ideología, sino en base al sentido común».
Y agrega que de ahí comenzó a extremarse el “cosismo” y “el concepto de bacheletismo aliancista, que yo nunca validé, y nos desdibujamos. Cuando llegamos al gobierno, se hizo una gestión que tenía eficiencia, pero no tenía mística, y el resultado está a la vista. Entramos con una cantidad de alcaldes y diputados, y salimos con menos. Nosotros vamos a volver a ser gobierno, pero no podemos hacer el mismo gobierno que tuvimos”.
Sobre su salida de la UDI, Kast señala que «no es una renuncia con elástico, porque esto no es una renuncia que se deba a una persona o a un nombre. Yo no vuelvo a la UDI».
«No renuncio porque esté Hernán Larraín ni tampoco voy a volver porque esté Jaime Bellolio. Mi renuncia obedece a que la UDI entera tiene que cambiar su forma de actuar en política y eso, lamentablemente, no es solo un cambio de nombre, sino de actitud. Es un proceso que va a tomar bastante tiempo, incluso, aunque Jaime Bellolio asuma la presidencia del partido en noviembre, va a requerir un tiempo para que la UDI vuelva al camino que yo creo que no debiera haber abandonado», expresó el legislador.
Fuente: Edición Original El Mostrador
Fotografía: La Tercera
