Un grupo de militantes de Evópoli, fustiga en carta pública, a las juventudes del Partido Republicano, por celebrar a través de un video el golpe de Estado de 1973. Los firmantes de la misiva, quienes no habían nacido para el golpe militar, parecen ignorar las razones por las cuales se llegó a ese crucial momento de nuestra historia.
Los liberales de Evópoli no están de acuerdo con celebrar esa fecha, pero somos millones -muchos más de los que ellos podrían pensar- que creemos que el golpe de Estado liberó a Chile de una inminente dictadura terrorífica, como la que sufren hoy Venezuela, Cuba y Nicaragua. Ciertamente, el mundo entero celebraría que un golpe de Estado interno derrocara a los tiranos de esas tres naciones. Idealmente que no haya víctimas, pero hay momentos en la historia de los países, en que la fuerza se transforma en el único camino.
Quienes vivimos el período de la Unidad Popular y fuimos testigos de los dramáticos sucesos bajo Allende, tenemos derecho a expresarnos. También tienen derecho los que no vivieron ese período. Allende confiscó la tierra, las empresas y destruyó la economía. Su gobierno dejó de ser democrático y la actuación de las Fuerzas Armadas fue por una presión insostenible de la mayoría de los chilenos. La libertad de expresión es parte de la democracia que tanto defienden los detractores de la celebración. Celebrar el golpe de Estado no significa estar de acuerdo con las violaciones a los derechos humanos, realizados por personas individuales en un contexto de guerra interna y con enemigos poderosos dispuestos a matar. No debemos olvidar que el golpe de Estado fue apoyado por los ex Presidentes Eduardo Frei Montalva, Patricio Aylwin, Gabriel González Videla y Jorge Alessandri Rodríguez. Si pretenden unificar a la derecha, no están obligados en Evópoli a celebrar el 11 de septiembre, pero dejen que aquellos que si lo queremos celebrar, lo sigamos celebrando. (El Líbero Cartas)
Andrés Montero J.