José Morales: “No se han medido consecuencias de esta guerra sucia»

José Morales: “No se han medido consecuencias de esta guerra sucia»

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El jefe de la Fiscalía Centro Norte, José Morales, es tajante: “Cierro lo que tenga que ver con mi aspiración a ser fiscal nacional”. Lo explica con voz calma señalando que “dos procesos son suficientes (…), conllevan un desgaste interno y familiar importante y más adelante habrá que ver otro tipo de desafíos. Esta fue mi última vez”.

¿Seguirá siendo fiscal?

Voy a seguir siendo fiscal hasta que decida renunciar a la institución o hasta que jubile. No tengo una decisión en ese sentido tomada.

El miércoles 31 -por primera vez- el Senado rechazó una nominación presidencial para liderar el Ministerio Público. Morales no logró los 33 votos necesarios -alcanzó 31 apoyos, seis en contra y ocho abstenciones- para convertirse en el cuarto fiscal nacional en la historia del organismo.

¿Siguió la votación de los senadores?

Sí, por supuesto que la seguí telemáticamente en mi casa, con mi familia y con algunos amigos y colegas.

¿Cuáles eran los cálculos que tenía?

Sabíamos que los cálculos eran muy justos y apretados, pero teníamos la expectativa de que los senadores que estaban fuera solicitaran los permisos constitucionales que establece el Reglamento del Senado.

¿En qué se basaban esas expectativas? ¿Eran gestiones comprometidas?

Sabía que había un permiso constitucional que estaba otorgado -el de la senadora Yasna Provoste-, porque aparecía en la web del Senado y se nos había informado que había dos permisos más que estaban ingresados, pero no se sabía de quiénes eran. Había otro senador que me había señalado a mí, después de haber expuesto en la comisión del Senado, que iba a pedir el permiso. Yo le pregunté y él me respondió. Imagino que es la misma conversación, quizás, a la que aludió el senador José Miguel Insulza después.

Aludió al senador Alfonso de Urresti…

Sí.

Al conocerse que no alcanzó los votos. ¿Qué es lo que se le vino a la cabeza?

Uno lo lamenta porque esto no es un proyecto personal, sino de un grupo de personas que son del Ministerio Público, que han invertido largo tiempo, fines de semana, noches, en trabajar por hacer una mejor institución, por mejorar la persecución penal y, como consecuencia de esto, el país tenga una mejor perspectiva para combatir la criminalidad. Uno piensa qué va a pasar ahora con la fiscalía y si van a continuar o no el statu quo que nos tiene en la situación actual desde hace 15 años.

Usted ha sido crítico de la gestión de estos últimos dos períodos…

Me imagino que cualquier persona que aspira a dirigir el Ministerio Público tiene la intención de hacer cambios. Si alguien aspira a mantener la situación actual, vamos a seguir empeorando y con esta forma vamos a contribuir a que la criminalidad aumente. Sería muy irresponsable que alguien no estuviera dispuesto a hacer los cambios que se necesitan. En la postulación que encabecé nunca hemos sido parte de los circuitos de poder o de los circuitos que han controlado el Ministerio Público durante los 15 años, y no tenemos que hacernos cargo de los errores que se han cometido en este tiempo.

¿Le sorprendió la designación del Presidente?

Agradezco la designación del Presidente Boric. Para mí es uno de los mayores honores que he tenido en mi vida que me haya designado. No puedo decir que me sorprende, porque si postulo a este cargo, creo que tengo las condiciones, un programa de trabajo y, además, teníamos el respaldo de la Excelentísima Corte Suprema, a la que también le agradezco los votos que dispusieron para mi nombramiento.

¿Cómo supo de su nominación?

Me enteré por los medios de comunicación. Minutos después me llamó la ministra de Justicia.

¿A quiénes responsabiliza de lo ocurrido el miércoles?

No responsabilizo a nadie. Los senadores que optaron por rechazar lo hacen en el uso de las atribuciones que establece la Constitución. No culpo a nadie y no creo que se trata de encontrar culpables o inocentes de esas circunstancias. Más que culpar a los que rechazaron, agradezco que personas tan importantes y de altura política tan grande como el senador Insulza o el senador Huenchumilla y otros que me apoyaran con los argumentos que señalaron, porque aquí lo importante es decir que en este debate lo más importante es discutir sobre cuáles son los criterios de persecución penal y cuál es la política criminal que esperamos para el futuro del país. Lo que me provoca satisfacción en esto es que los votos que obtuve son 31 votos que van desde el sector republicano hasta el Partido Comunista. Si ven el porcentaje final, el de los 31 senadores, eran 2/3 de los senadores que estaban presentes ese día en la sala.

Técnicamente se cumplió el quórum, dice Ud.

Técnicamente, si se hubiesen solicitado los permisos constitucionales, estos quórum estaban cumplidos.

Más allá de las ausencias o de que algunos senadores no solicitaran un permiso constitucional que rebajara el quórum por sus viajes, ¿por qué no logró concitar más respaldos entre los senadores?

Si acudo a aquellos senadores que intervinieron en el Senado uno encuentra antecedentes que van desde adjudicarme participación en causas que nunca he tenido, como la causa SQM; otra persona que me adjudica las famosas clases de ética del caso Farmacias, una causa que nunca estuvo a mi cargo y donde la decisión de esas clases surge de la Fiscalía Nacional de esa época; otros fundamentos fueron que no nos habíamos referido al crimen organizado en La Araucanía, cuando en el plan que habíamos presentado ante la Corte Suprema y en mi exposición de más de una hora 15 en el Senado fui explícito en señalar que todo lo que era respecto al crimen organizado era aplicable a la Macrozona Norte y Macrozona Sur…

¿Están mal informados los senadores?

No sé. Digo que muchos de los fundamentos que dieron aquellas personas son fundamentos que no correspondían a lo que uno había planteado.

Parte de esa información provino de notas de prensa, donde lo llegaron a calificar de sepulturero, criticando la forma en que terminaba las causas…

Hubo una campaña que estaba dirigida a generar esta situación y a desperfilar mi nombramiento. Se publicaron noticias falsas sobre una causa (Kayser), incluso develando un informe policial que ni siquiera estaba en poder de la fiscalía, haciendo afirmaciones sobre que estamos atrasados en esos informes, cuestión que era una falsedad absoluta. Por lo tanto, aquí hay mucha noticia falsa. Se sugirió que habíamos favorecido al expresidente Piñera confundiendo, mezclando cosas distintas. Creo que hubo una campaña interesada de ciertos sectores que imagino que pretenden que no haya cambios en el Ministerio Público.

¿Una suerte de ataque interno?

Me imagino que hay sectores tanto internos como externos que persiguen que la situación del Ministerio Público se mantenga tal cual. Me imagino, porque no podría pensarlo de otra forma, que no miden las consecuencias de lo que eso podría significar para la situación de seguridad del país. Si nos mantenemos igual que los últimos siete años, en particular, las consecuencias para la criminalidad del país son insospechadas.

La ministra Tohá habló de una guerra sucia. ¿Comparte el término?

Sí, absolutamente. Me parece que eso es una guerra sucia y, además, descarada. Espero que en esa guerra sucia y descarada no se hayan ocupado ni recursos públicos, ni información reservada, ni funcionarios públicos que hayan ocupado sus tiempos de trabajo para participar en esas campañas. No tengo antecedentes de eso por ahora, y si los llego a tener, voy a hacer las denuncias que corresponden. Voy a realizar las averiguaciones por los canales que corresponden de acuerdo al derecho, no por los canales que no corresponden. Solicitudes de transparencia, solicitud de información, revisar los medios de comunicación, etc. Así, si encuentro que hay esos antecedentes, vamos a hacer las denuncias contra las personas correspondientes.

NTIAGO La Comisión de Constitución del Senado discute oficio del Presidente de la República, mediante el cual solicita el acuerdo para nombrar en el cargo de Fiscal Nacional del Ministerio Público, a José Andrés Morales Opazo. Intervención de la Ministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos. Exposición ante la Comisión del candidato José Morales Opazo. FOTO: LUIS BOZZO B./ AGENCIAUNO.
FOTO: LUIS BOZZO B./ AGENCIAUNO.

¿Y qué indicios concretos tiene?

Por ejemplo, la información de la causa Kayser es una información que se entrega parcialmente y que luego se recoge parcialmente un resultado que coincide -también parcialmente- con un informe policial que nadie conocía. Eso es utilizado después para causar un perjuicio a mi postulación.

¿Y esa es una información que solo podría salir de fiscalía?

Podría salir solamente de las personas que la tenían. No quiero adelantar quiénes la tenían…

La PDI la tenía.

La PDI era uno de los que la tenían, por ejemplo.

El senador Rodrigo Galilea aludió a cifras que no tienen que ver con la información disponible en los boletines del Ministerio Público… ¿Es parte de sus sospechas?

La fiscalía tiene mucha información disponible de sus cifras de trabajo, por transparencia. Tengo la impresión de que había alguna información que era de análisis interno, pero también existe la posibilidad de que ese senador la haya obtenido haciendo cálculos. No tengo antecedentes en este momento como para pensar que alguien del Ministerio Público se lo entregó. Me llamaría mucho la atención que exista gente del Ministerio Público que se comunique con senadores para perjudicar a otro candidato. Sería extremadamente grave.

¿Qué rol le atribuye en el rechazo a su postulación a la arremetida de Sabas Chahuán, un exfiscal nacional, quien hizo una ronda de entrevistas criticando su nominación y cuestionando sus habilidades?

Hay que situar las cosas en su contexto. Sabas Chahuán es actualmente un abogado litigante, muchas de las personas que trabajaron con él siguen trabajando en la Fiscalía Nacional, él también se declaró públicamente partidario de determinados candidatos. Todas sus observaciones las sitúo en ese contexto, porque me pregunto si él tenía esos reparos respecto a mi gestión por qué durante los ocho años de su período tuve nota siete, nunca fui objeto de ningún tipo de sumario administrativo, de ningún tipo de cuestionamiento y, por el contrario, me autorizó incluso a salir muchas veces del país a cursos y a otras actividades que en el período de Abbott no se me autorizaron. Fui jefe, además, en gran parte de su periodo, de una de las fiscalías más importantes del país, que era la Fiscalía de Alta Complejidad. Es bien extraño que siete años después una persona que no hizo nada en mi contra, ahora aparezca con esos antecedentes. Me parece que hizo relación con el interés que él tiene y con el afecto que tiene respecto de determinadas candidaturas. Hay un grupo de personas que si uno hace la evaluación ahora de lo que ha sido su gestión…, bueno, es lo que nos encontramos actualmente como situación del Ministerio Público.

¿Su eventual arribo como fiscal nacional amenazaba la permanencia de esas cúpulas?

Nosotros no pretendíamos amenazar a nadie más que a los sujetos que cometen delitos. Respecto de las personas que tienen cargos de exclusiva confianza, yo me imagino que asumen que esa es una situación que cesa al terminar el período de un fiscal nacional. Esos cargos son transitorios y no son para quedarse toda la vida, sino que responden a un período fiscal.

La guerra sucia, como usted mismo la califica, ¿estaba enquistada en la interna de la fiscalía, más que organismos externos? ¿Tenía que ver con el hecho de que pudieran venir cambios fuertes respecto del actual funcionamiento del Ministerio Público?

Sí, la guerra sucia dice relación con la resistencia a los cambios. Y lo grave es que la resistencia a los cambios significa mantener el statu quo actual, que es lo que nos ha llevado a que el Ministerio Público tenga una evaluación muy mala de la ciudadanía, que nos ha llevado a que no hemos hecho nada respecto a los homicidios que se vienen empinando desde el 2010 y que si no hacemos nada y mantenemos la situación actual, la situación de criminalidad en ocho años más es de alcance insospechado.

Cuando alude al uso de cierta información privilegiada o que no es de abierto conocimiento público que se utilizó para perjudicar su candidatura, ¿esa información provenía de gente del Ministerio Público?

No, no me atrevería ahora a señalar que provenga o no provenga del Ministerio Público. Yo creo que eso es algo que se debería determinar dentro del próximo tiempo. Yo le insisto, sería extremadamente grave que existan funcionarios dentro del Ministerio Público que hayan utilizado su posición en la institución para obtener información que no es pública y en perjuicio de otro candidato y para incidir en esa campaña. Eso daría cuenta de atentados contra la probidad y eventualmente delitos que serían extremadamente graves que se produjeran en una institución que precisamente se dedica a eso. Pero prefiero ser prudente en este caso, porque como yo quiero a esta institución en la cual he estado 22 años, no estoy disponible para perjudicarla por mis propio intereses.

Así como usted plantea que había una cierta resistencia interna a la posibilidad de que usted fuera electo fiscal nacional…

Resistencia interna desde la Fiscalía Nacional. Yo dentro de mis pares, de mis colegas fiscales adjuntos, de todo el país, no he visto ningún tipo de resistencia interna.

La pregunta apunta al supuesto lobby de actores externos -abogados influyentes- que se señaló en el Senado. ¿Usted se hace cargo de ese lobby que se planteó en su favor?

Desconozco a qué tipo de lobby y a qué tipo de abogados se ha referido el senador Castro. Me parece que si él tiene antecedentes de esa naturaleza debería haberlos señalados y puesto en conocimiento, porque cuando se hacen estas alusiones de forma tan general es muy difícil defenderse. No le puedo desmentir una cuestión que tampoco dice relación con algún punto en particular. O sea, no sé. ¿Alguien habló con él? ¿Él señala que esto se lo manifestaron? La verdad es que él no lo señaló, por lo tanto es muy difícil que yo me haga cargo de ese punto en particular.

Hubo algunos pronunciamientos públicos…

Lo que vi en el diario La Segunda, que hizo una publicación respecto de esa circunstancia. Esos son los antecedentes que yo tengo. Incluso, había abogados de esa publicación que ni siquiera han litigado conmigo, que ni siquiera los conozco, y hay otros a los cuales no he visto hace muchos años. Esos son los antecedentes que yo conozco y la gente que uno se encuentra en diferentes instancias profesionales. Más allá de eso, no tengo otros antecedentes.

¿Se siente perjudicado por la alta cúpula actual en esta carrera por liderar la fiscalía?

Yo creo que lo que ha sucedido es que se ha perjudicado al Ministerio Público y se han perjudicado las posibilidades de cambiar al Ministerio Público. Y eso a mí me parece particularmente grave, porque cuando usted perjudica al Ministerio Público, perjudica las posibilidades que tiene la sociedad de perseguir el delito. Me parece que no se han medido las consecuencias que ha tenido esta guerra sucia para el país.

Se podría asumir que la gente que está en las cúpulas de la fiscalía tienen vocación por perseguir el delito. Sin embargo, da la impresión en lo que usted plantea es que se contamina ese objetivo mayor por mantener el manejo del Ministerio Público…

A mí no me cabe duda que si una persona trabaja en el Ministerio Público es que tiene vocación de perseguir el delito, pero lo que veo es que hay cierta resistencia a que la Fiscalía Nacional salga más a la calle. Entiendo que hubo resistencia de que funcionarios de la Fiscalía Nacional fueran redestinados a las fiscalías locales para potenciarlas a perseguir el delito. Si tengo una fiscalía local acá, donde tenemos dos fiscales exclusivos en homicidio, cuatro fiscales exclusivos en delito sexual, uno esperaría que la gente de la Fiscalía Nacional viniera directamente al terreno a reforzar a estas personas en la investigación. Y entiendo que a muchas personas les parezca un privilegio trabajar en la Fiscalía Nacional. Mire, a mí me parece un privilegio la gente que trabaja en terreno y que efectivamente persigue el delito. Ese es el verdadero privilegio del Ministro Público: la gente que trabaja en terreno, no la gente que se queda detrás de un escritorio y que nunca asume consecuencias, nunca asume ningún tipo de riesgo respecto de las cosas que hace, porque siempre trabaja a nombre de otros.

¿Y eso es lo que se vio tensionado a la hora de votar a su candidatura?

Sí, sin lugar a dudas. De hecho, nosotros en el plan de trabajo planteamos una redistribución de funcionarios desde fiscalías que tenían menos trabajo, pero depender de la Fiscalía Nacional, considerando además que creemos que una burocracia tan grande no es la que corresponde cuando tenemos tantos problemas en este momento.

El gobierno del Presidente Boric asumió que esta no era una derrota particular para su administración. Además, señaló -y fue parte de su palabra- que se habían hecho todas las gestiones que correspondían para asegurar el nombramiento. ¿Usted comparte ambas frases?

Si lo dice el Presidente, ¿quién soy yo para los efectos de desmentirlo y criticarlo? Si esa es la opinión del Presidente, la hago suya como mía también.

¿Le atribuye a Jorge Abbott esta crisis que puede existir al interior del Ministerio Público, a su liderazgo en particular estos siete años?

Soy respetuoso de don Jorge Abbott. Soy respetuoso de su trayectoria dentro del Ministerio Público, no lo voy a personalizar en él. Yo creo que hay aquí un grupo de personas que dirigió el Ministerio Público en los últimos 15 años, pero en particular en los últimos siete años, que han tenido una gestión que nos tiene ahora con el estado de la persecución penal bastante malo, incluso desastroso, y que tiene al Ministerio Público en una situación tecnológica propia del año 2000 y no del año 2022. Eso me parece sería muy injusto personalizarlo solamente en Abbott, sino en un grupo de personas que ha estado a cargo. (La Tercera)