El contralor Jorge Bermúdez va a liderar hoy la ceremonia por el aniversario 92 de la entidad superior de fiscalización de la administración del Estado, con autonomía respecto del Poder Ejecutivo.
En la actividad, Bermúdez emitirá un discurso en torno a los «pilares para la modernización de la Contraloría». Entre los aspectos que propondrá el contralor destaca un párrafo referido a que la «modernización de la Contraloría debe enfocarse en su Ley Orgánica Constitucional, sin necesidad de afectar los aspectos orgánicos o funcionales con que la Constitución Política la configura actualmente»; es decir, se plantea mantener la actual estructura unipersonal de mando del organismo, sin mutar hacia uno de corte colegiado.
Lo anterior se contrapone a lo expresado por el Presidente Sebastián Piñera -quien asistirá hoy a la ceremonia en la Contraloría- en diciembre pasado, al abordar el tema en entrevista con Radio Bio-Bio. En esa oportunidad, el gobernante anticipó que está trabajando en la materia y enviará «muy pronto (vía modificación al Congreso) una nueva Ley Orgánica Constitucional, que ya lleva décadas sin haberse modernizado».
Consultado esa vez sobre ¿si debiera haber un órgano colegiado en la Contraloría? Piñera respondió estar de acuerdo con esa idea. «El modelo del Banco Central, que tiene un directorio de cinco miembros en el control del banco, en una función tan importante como fijar la política monetaria y la política cambiaria. Lo mismo ocurrió ahora con el Consejo de Finanzas, que antes era el de Mercado de Capitales. Antes era una persona, el superintendente; ahora es un consejo», planteó el gobernante.
Y añadió que: «estamos avanzando en las áreas importantes para la sociedad, que requieren autonomía del gobierno para que sean independientes y no estén en manos de una sola persona; y por eso estamos avanzando en esa dirección, y eso es parte de lo que estamos analizando. Yo, en general, en cargos de esta naturaleza, como el Banco Central, consejo de finanzas, prefiero la autoridad colegiada, porque las ventajas son que hay un jefe de la Contraloría, pero que responde a un directorio. Por tanto, existe un cuerpo colegiado y no la voluntad de una sola persona en decisiones fundamentales».
Además del aspecto de mando en la Contraloría, Bermúdez se referirá a la incorporación de «supuestos de inhabilidad adicionales. Ellos deben estar basados en la exigencia de demostrada probidad, independencia de las autoridades públicas, y distancia de los intereses políticos. Adecuar marco normativo nuevo. La ciudadanía exige nuevos estándares y por eso es clave que tenga esos niveles de autonomía».
En el ámbito de las municipalidades, se planteará la «necesidad país de que la Contraloría pueda, a lo menos, examinar preventivamente los actos de nivel municipal más importantes o donde exista un mayor riesgo de error o irregularidades. Por ello, es aconsejable incluir en la toma de razón las decisiones de las municipalidades que se refieran a procesos de contratación que el contralor general indique mediante resolución fundada».
En la práctica, la ausencia de lo anterior «se ha suplido voluntariamente con aquellos municipios que han suscrito convenios de revisión preventiva de juridicidad, y que alcanzan cerca de un 20% de las municipalidades», dice el contralor. (El Mercurio)
