Johannes Kaiser asegura confiado que «pasaré a la segunda vuelta»

Johannes Kaiser asegura confiado que «pasaré a la segunda vuelta»

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El candidato presidencial del Partido Nacional Libertario (PNL), Johannes Kaiser, abordó desde su gira por Chaitén su repunte en las encuestas y la disputa interna de la derecha, calificando a Jeannette Jara (PC) como «comunista, marxista-leninista» y denunciando una «operación mediática» para distanciarla de su partido, algo que considera «ingenuo». Kaiser sitúa a Evelyn Matthei y José Antonio Kast en la centroderecha, mientras que a sí mismo lo posiciona como el representante de una derecha con la que el resto del sector está «claramente no feliz».

Kaiser atribuye su alza en los sondeos a que «nunca estuvimos tan bajos» como se reportaba y a que logró detener la «campaña implacable» que buscaba bajar su candidatura de la elección, la cual, sospecha, se originó en su propio sector.

El presidenciable critica duramente a Chile Vamos, argumentando que la derecha tradicional «nunca supo qué quería ofrecerle al país» desde el «cosismo» de Joaquín Lavín, siendo «inconsistente en su gestión política» y perdiendo su calado ideológico tras el asesinato de Jaime Guzmán.

Aunque expresa «mucho respeto» por Evelyn Matthei, afirma que las diferencias políticas con ella nacen de la «frustración» del sector que él representa con la «falta de servicio» y la renuncia a las ideas de la colectividad por «pequeñas ventajas negociadoras temporales», lo que ha vuelto el discurso de Chile Vamos «muy utilitario».

Respecto al futuro, proyecta que, si bien la derecha irá junta en segunda vuelta, podría darse una rearticulación donde las próximas elecciones se disputen entre el bloque de Chile Vamos, que se ha movido al centro, y la derecha que él representa, lo que resultaría positivo para la estabilidad del sistema al reducir a la extrema izquierda a un referente minoritario.

Kaiser se muestra confiado de que «es muy posible» que pase al balotaje, gracias a su articulación programática y a ser la única candidatura que «no ha abandonado oficialmente la agenda valórica», entendiendo la «lucha cultural» como la vía para resolver los problemas de base de la sociedad.

El candidato sentencia que el «tiempo hegemónico» de Chile Vamos «claramente se acabó», y su partido juega un rol clave, forzando a la derecha tradicional a «tensionarse hacia la derecha», estabilizando el sistema político que se había desfondado al ceder posiciones y promover iniciativas woke como la ley de género.

Sobre la percepción de una «derechización» de Chile, Kaiser lo niega: «Chile no se derechizó; la izquierda se volvió loca». Señala que el Frente Amplio y el PC abandonaron a los trabajadores e insultaron símbolos patrios, posturas que serían rechazadas por el marxismo histórico.

En este escenario, explica que los chilenos se volcaron a «quien protege hoy sus intereses», recogiendo a la gente que la izquierda «dejó sin domicilio». Para él, el «voto enojado» que recibe no es volátil si las causas del descontento son estructurales, como lo es la «mala gestión política» de la última década de Chile Vamos.

Kaiser reconoce una «guerrilla civil» entre los tres proyectos de derecha, donde su PNL tiene la «desagradable tarea» de recordarle al resto sus renuncios.

Su principal diferencia con Kast es la agenda valórica y su propia convicción de no haberse desplazado «un ápice» de su línea política en ocho años. Crítica a Kast por haber estado dispuesto a negociar en el tema constitucional y por haber «renunciado a principios intransables» para lograr lo mismo que Chile Vamos.

El candidato califica el objetivo de «gobierno de emergencia» de Kast como tímido, ya que si se descarta la batalla cultural, se le está dando un «panadol a Chile mientras se está muriendo de cáncer». Sostiene que Kast tiene miedo de que el tema valórico se convierta en un boomerang político, pero que la falta de esta lucha impide la reconstrucción de las fundaciones del país.

Finalmente, Kaiser se muestra disponible para recomponer la situación de la derecha a futuro, pero «a cambio de agenda, no a cambio de cargos». Ante la posibilidad de entrar a un eventual gobierno de Kast, descarta el problema: «no va a tener ese problema porque seré yo quien voy a conformar mi gobierno». (NP-Gemini-La Tercera)