Para Jaime Sáez, diputado de Revolución Democrática, la votación que posicionó a Karol Cariola (Partido Comunista) como presidenta de la Cámara -por un voto de diferencia- evidencia que el gobierno del Presidente Gabriel Boric tiene una ventana de oportunidad. Por lo mismo, insta a que deben aprovecharla. “Empujar agendas, poner temas en el tapete, abrir discusiones me parece un mínimo sobre el cual el gobierno debiese estar dispuesto a avanzar”, asegura.
¿Cómo se toma la elección de la nueva mesa?
Tenemos la oportunidad de, en base a una mayoría que, si bien es cierto es bastante frágil y quizás circunstancial, puede provocar un punto de inflexión en términos de orden en la Cámara y que el gobierno pueda viabilizar proyectos de enorme importancia. Hemos discutido muchos proyectos que, no es que no sean importantes, pero no tienen la misma relevancia que cuestiones más estructurales. El establecimiento de una nueva mesa puede permitir que estas cuestiones vayan avanzando.
¿En qué casos se han reordenado las prioridades?
Por ejemplo, todo lo vinculado a pacto fiscal es algo en lo que se podría poner una nueva impronta. Estamos tramitando en estos mismos días la ley corta de isapres, donde también hemos podido ir decantando la discusión. Ya que estamos en abril, la legalización del cannabis, que es un tema que estaba en el programa de gobierno, también puede ser un tema que se puede poner en el tapete. Hay distintas materias sectoriales a las que hay que ponerle más energía en este momento.
Habla de una ventana de oportunidades. La mesa ganó por un voto de diferencia…
Es una mayoría circunstancial, frágil, que para ser sostenida requiere disciplina, no caer en provocaciones (…). Apenas fue elegida la mesa empezaron a surgir amenazas de censura. Contribuir a un clima sano puede ayudar a que efectivamente esto se transforme en una ventana de oportunidades.
En un Congreso tan fragmentado como este, ¿no es riesgoso fomentar una agenda que se puede tildar de identitaria, que se apegue a las promesas de campaña?
No, yo creo que siempre tiene que haber accountability entre lo que se le ofrece al país en el contexto de una campaña y que después tiene que ser viabilizado. Se comprende que hay circunstancias políticas, correlaciones de fuerza que pueden determinar de una manera más definitiva si una agenda se viabiliza o no. Sin embargo, lo que no puede existir es la ausencia de compromiso o de empuje. Después el resultado, el voto a voto. Eso no está en nuestro control. Sin embargo, empujar agendas, poner temas en el tapete, abrir discusiones me parece un mínimo sobre el cual el gobierno debiese estar dispuesto a avanzar.
¿No es ingenuo pensar en retomar la agenda y asumir que diputados no oficialistas se van a alinear?
Hay que separar la mayoría para lograr el acuerdo administrativo de la Cámara con lograr mayorías en torno a ejes, a temas que son importantes para el país. Uno no puede dar por sentado que una persona está en la vereda de la oposición necesariamente va a terminar votando en contra de todo. En algunos casos así se ha dado… Pero el gobierno hoy tiene la oportunidad de generar un consenso.
En definitiva, ¿considera que es ahora o nunca?
Siempre se pueden encontrar otros momentos, pero hoy es propicio. De lo contrario, siempre vamos a encontrar una excusa para no avanzar en el cumplimiento de compromisos programáticos. Eso no puede ser. Finalmente, uno puede perder, es parte del juego de la democracia, pero presenta los proyectos, discútelos, abre las discusiones. Hoy día el gobierno tiene una posibilidad al menos en la Cámara. Si no es ahora, después no va a ser. Es el momento de avanzar en presentar reformas estructurales. Después veremos si se aprueban o no. Por último, le echas la culpa a la oposición, ‘votaron todos en contra’. Okey. Pero no te quedes en los laureles. Presenta los proyectos, tramítalos, abre los debates, emplaza al adversario, pon los puntos, no renunciemos a la política. Ahora hay una oportunidad que no sabemos cuánto va a durar. Si no es ahora, ¿cuándo?
¿No es irresponsable trabajar en proyectos que se sabe que se van a rechazar en lugar de esforzarse en llegar a acuerdos?
No. Una reforma a las pensiones, por ejemplo, lo irresponsable es no presentar nada, porque la población en Chile envejece día a día. Es superimportante que ese proyecto siga su curso. Después veremos si están los votos o no. Ojalá estén.
¿Y cuál es el plan? ¿Presionar al gobierno desde el Congreso?
Desde la perspectiva del Frente Amplio, nuestro proceso de unificación tiende a generar un contexto de mayor orden que es importante para poder viabilizar proyectos de ley y reformas. Cuando en el oficialismo esta dispersión logra permearnos, estamos ante un problema. En la medida en que las distintas fuerzas políticas encontramos un cauce de unidad, de estructura, de organización, es más posible lograr no una presión, sino que el gobierno logre visualizar que cuenta con una fuerza que no es menor. Puede no alcanzar para todo, pero sí constituye una base desde la cual poder trabajar.
¿Se puede efectivamente ordenar al oficialismo? Son varios los descuelgues que ha habido.
Ha habido varios descuelgues, pero a la hora de momentos importantes el oficialismo ha mostrado cohesión.
No siempre ha sido así. Es cosa de ver cómo se votaron algunos proyectos de seguridad. El propio Frente Amplio se descolgó en la ley Nain-Retamal.
Es verdad, pero cuando me refiero a momentos importantes me refiero a proyectos de ley que son sustantivos para el país y que forman parte de la agenda que el gobierno ha levantado. El ejemplo que me señala es un proyecto de ley que viene de la oposición, que el gobierno intentó mejorar y con el que tuvimos discrepancias, pero no se juegan las estructuras del país.
En la derecha dicen que es momento de reformar el sistema político para evitar el pirquineo de votos. ¿Tienen razón?
Acá en el Congreso se da la fragmentación, la dependencia de actores independientes que no le responden a nadie, que terminan pidiendo cosas a cambio de un voto. Es algo que afecta la calidad de la democracia. Si es que las fuerzas políticas responsables decidimos que podemos avanzar en alguna reforma política que permitan una mayor sustentabilidad de todo el sistema, está bien. Si este es el momento adecuado, no lo sé. Tendrán que resolverlo los dirigentes de los partidos políticos.
¿Para la elección de la mesa de la Cámara, se cambió un voto por un cargo?
No me consta, pero son secretos a voces de estos pasillos. (La Tercera)