El diputado Jaime Sáez (Frente Amplio, FA), jefe de bancada de los diputados oficialistas, reconoció que impera una sensación de «pesimismo» dentro de las filas del oficialismo en la antesala de la elección presidencial y parlamentaria del 16 de noviembre. Este diagnóstico, según Sáez, se basa en sondeos internos de su colectividad que proyectan una posible mayoría de la derecha en el Congreso, aunque cree que no se condice con el recibimiento que la candidata presidencial, Jeannette Jara (PC), tiene en terreno.
A pesar de que las últimas encuestas sitúan a Jara en la segunda vuelta, pero perdiendo en todos los escenarios, Sáez manifestó que estas proyecciones no deben condicionar el trabajo. El diputado del Distrito 26 comparó el panorama con la elección de Gabriel Boric, señalando que la segunda vuelta reduce las opciones e históricamente genera un nivel de movilización muy grande que podría replicarse a favor de Jara.
ROL DE LA OPOSICIÓN
Poniéndose en el escenario de una victoria de la derecha en la presidencial, Sáez aseguró que el FA ha sacado lecciones de su experiencia tanto en el Gobierno como en la oposición a Sebastián Piñera. Su conclusión es categórica: «Nuestro país no resiste que fuerzas políticas agudicen tanto conflicto, sin la capacidad de alcanzar acuerdos básicos».
El diputado hizo una autocrítica implícita a la anterior oposición (que integraron) y afirmó que, en caso de perder, el FA tiene la «obligación moral de ser una oposición diferente» y dialogante, actuando con una «madurez distinta» a la de hace seis años. Sáez fue claro en que esta disposición debe ser «por el bien de Chile, no por el bien de un gobierno de turno».
Frente a la posibilidad de tener que negociar con un eventual gobierno de José Antonio Kast o Johannes Kaiser, el jefe de bancada sostuvo que sentarse a conversar es una «condición básica de la democracia» y una obligación de quien es parte del Poder Legislativo.
MODERACIÓN
Consultado por la férrea oposición que el FA ejerció contra Piñera, Sáez admitió que la segunda acusación constitucional contra el expresidente tuvo «poca justificación», aunque defendió que la primera (durante el estallido) tenía motivos fundados. Sin embargo, criticó que la acusación constitucional es una herramienta de la que se «está abusando hace muchos años».
Respecto a la «moderación» que se pide a la candidatura de Jara desde el Socialismo Democrático, Sáez diferenció dos caminos:
Si la moderación implica darle certezas a la ciudadanía y gradualidad en las políticas públicas, está «okay».
Si la moderación significa «no quebrar huevos y mantener los privilegios de los dueños de las isapres o las clínicas», ese no es el camino.
HEGEMONÍA Y VOTACIÓN PARLAMENTARIA
Sáez destacó que el FA aspira a tener un rol protagónico y relevante en un eventual gobierno de Jara, dada su condición de ser actualmente el partido con mayor representación parlamentaria y población gobernada por alcaldías.
En cuanto a la elección parlamentaria, reconoció que el desafío es complejo, pero que la meta es seguir siendo una fuerza política «muy relevante, ojalá la más relevante, numéricamente hablando».
El diputado reconoció que existe un «peligro importante de que la derecha tenga mayoría en ambas cámaras», algo que el oficialismo no puede desconocer, ni siquiera con las proyecciones internas. Pese a esto, señaló que si el FA pierde pocos escaños (uno, dos, tres o cuatro) en la parlamentaria, no lo consideraría un fracaso, sino algo que está dentro de «márgenes razonables». (NP-Gemini-La Tercera)
