Un ataque aéreo israelí contra la capital yemení dejó al menos dos fallecidos y 35 heridos, según informaron fuentes hutíes, en una nueva escalada de violencia vinculada al conflicto en Gaza.
De acuerdo con la televisión controlada por los rebeldes, los bombardeos impactaron una gasolinera y una planta eléctrica en el sur de la ciudad, así como instalaciones de seguridad en el centro de Saná. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, confirmó además la destrucción del palacio presidencial hutí, depósitos de combustible y centrales energéticas.
“El grupo hutí está aprendiendo a las malas las consecuencias de atacar a Israel”, advirtió el primer ministro Benjamín Netanyahu, quien supervisó la operación junto a Katz desde un búnker de mando. El mandatario aseguró que todos los aviones israelíes regresaron a salvo y reiteró que “quien ataque a Israel pagará un alto precio”.
El ataque ocurre una semana después de una ofensiva similar y se produce tras el lanzamiento de un misil hutí hacia territorio israelí, que según las autoridades hebreas se desintegró en el aire antes de llegar a destino.
Los hutíes, respaldados por Irán y aliados de Hamás y Hezbolá, han intensificado el lanzamiento de drones y misiles contra Israel desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, justificando sus acciones como solidaridad con la causa palestina.
Por su parte, el movimiento islamista Hamás condenó los bombardeos en Yemen y los calificó como una “agresión terrorista” contra áreas civiles, instando a los países árabes y a las “fuerzas libres del mundo” a unirse en respuesta a Israel. (Red NP-ChatGPT-Emol-EFE-AFP)



