El proyecto que permite a las Fuerzas Armadas resguardar infraestructura crítica y zonas fronterizas está viviendo nuevamente un complejo momento y hay dudas con su futuro, sobre todo luego de que el Ejecutivo, representado por el ministro (s) Manuel Monsalve, se retirara de la comisión que lo tramita, esta tarde, con evidente molestia por uno de los puntos rechazados.
La Comisión de Seguridad Ciudadana está votando esta tarde las 48 indicaciones presentadas por distintos parlamentarios, y una de las que se aprobó es la supresión de un artículo clave para la propuesta.
La indicación elimina el párrafo que dice que «los jefes designados para el mando de las fuerzas tendrán la responsabilidad del resguardo del orden público en las áreas determinadas, de acuerdo con las instrucciones que establezca el Ministerio del Interior y Seguridad Pública en el decreto supremo dictado en conformidad con la ley», lo que molestaba a los diputados de oposición porque argumentan que se exime de responsabilidad a las autoridades políticas.
«Tal como se está aprobando el proyecto de ley, le quita la posibilidad a los chilenos del norte de que las FF.AA colaboren en tareas de orden público. Por eso me he retirado de la comisión, pero el Gobierno no se retira de la tarea legislativa», explicó Monsalve.
En esa línea, aseveró que «es un proyecto que esperamos y llamamos al Parlamento a que mañana esté en la sala de la Cámara de Diputados, justamente para que la sala, que es soberana, pueda reponer en el marco del contenido del proyecto de ley, la facultad de que las FF.AA colaboren en tareas de orden público».
«Quiero llamar a los parlamentarios de oposición a tener coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Entre lo que dicen y lo que votan, porque no es comprensible que todos los días los parlamentarios de oposición reclamen por la presencia de FF.AA en el norte y cuando corresponde votar, quiten la posibilidad», criticó.
La situación se dio en medio de las aprensiones de los diputados de oposición por el contenido del proyecto, que remarcaron las exposiciones que tuvieron en la comisión en estos días, incluyendo la polémica intervención del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, y que advirtieron que de no aprobarse sus indicaciones, no apoyarían el proyecto en sala.
Pero en ese marco, el ministro (s) aseguró que el gobierno ha tenido «flexibilidad» y de hecho recordó que al inicio de la sesión tomaron varios acuerdos con los parlamentarios.
Por ejemplo, acogieron que el oficial a cargo de las FF.AA que se designe tenga un rango de general, que con el concepto de «proporcionalidad» de la fuerza había que sumar la «racionalidad», y comprometieron que las reglas de uso de la fuerza quedarían establecidas por ley en un proyecto que presentarán en abril.
«Quiero volver a hacer un llamado a los parlamentarios de oposición a revertir esta indicación mañana en la sala de la Cámara de Diputados y permitir responder a la urgencia que tiene la zona norte de nuestro país», concluyó.
Este miércoles está fijada la votación del proyecto en la sala de la Cámara, y por tratarse de una reforma constitucional, requiere del voto afirmativo de 4/7 (89) de los diputados.
ENCRUCIJADA DE TOHÁ
“Ud. tiene muchos problemas, ministra”, le dijo el diputado Andrés Jouannet (Movimiento Amarillos) a la ministra del Interior, Carolina Tohá, el lunes en la tarde durante la discusión de la reforma que faculta al Presidente de la República disponer de las Fuerzas Armadas para salir en resguardo de la infraestructura crítica y de zonas fronterizas dentro del territorio nacional.
Aunque la frase era una simple generalidad, causó risas en la sesión de la Comisión de Seguridad Ciudadana, porque justo en esos instantes el Presidente Gabriel Boric emprendía vuelo rumbo a Argentina, por lo que automáticamente a Tohá le caía el peso de una mayor responsabilidad, al quedar investida como vicepresidenta de la República. De hecho, ella hizo un gesto, con los brazos simulando un vuelo, y a los pocos segundos tuvo que ponerse de pie, pues protocolarmente ya no le correspondía estar en la sesión colegislando. Aun así, igualmente la vicepresidenta se quedó en los pasillos de la Cámara conversando informalmente con parlamentarios.
Fuera de ese episodio que distendió el ambiente, la sesión fue tensa. La iniciativa sobre infraestructura crítica -que al gobierno le ayudaría a bajar la presión para disponer de militares frente a la crisis migratoria en el norte- es uno de los temas con los que Tohá pretende cerrar la actual legislatura antes del receso de febrero y con ello comenzar a dar vuelta el discreto registro legislativo de su cartera.
Hasta el momento, Interior solo puede lucir tres leyes de temas de seguridad ciudadana. Sin embargo, uno de ellos sobre explotación sexual también es mérito del Ministerio de Justicia y los otros dos proyectos (robo de madera y restricciones para ingreso de objetos a recintos penales) fueron más bien parte de la gestión de la anterior ministra del Interior, Izkia Siches.
Sin embargo, la tramitación de la reforma de infraestructura crítica no ha sido sencilla. De hecho, la semana pasada, en un momento de descuido del oficialismo (ya que nadie se opuso en la Sala), el diputado Jorge Alessandri (UDI) logró que se derivara el proyecto a la Comisión de Seguridad Ciudadana, donde la oposición es mayoría.
A ello se le sumó el reparo del comandante en jefe del Ejército, Javier Iturriaga, en el sentido de que la iniciativa desvirtuaba el rol de la FF.AA., lo que provocó un desbande en la derecha más “dura”. Por ejemplo, Cristián Araya (republicano) y Gloria Naveillán (independiente) se abstuvieron y los dos diputados de la UDI, Cristián Labbé y Henry Leal votaron en contra de la idea de legislar el lunes, argumentando su falta de confianza el Ejecutivo por los indultos decretados por el Presidente Boric a un exfrentista y a condenados por delitos vinculados al estallido social.
Además, la reforma tenía una resistencia en el propio oficialismo, debido a los cuestionamientos que tiene el PC y el Frente Amplio por el uso de militares en tareas de orden público y seguridad interna. Este lunes, Tohá reforzó particularmente ese flanco y sostuvo conversaciones con Alejandra Placencia (PC) y Ericka Ñanco (RD) antes de la sesión.
No obstante, el desmarque de la derecha, obligó a Tohá a intervenir en la sesión para evitar un revés en la comisión al momento de pronunciarse sobre la idea de legislar (también llamada votación en general). Las gestiones permitieron al menos contener dos votos de RN, Andrés Longton y José Miguel Castro.
Por su parte la diputada Maite Orsini, quien presidió transitoriamente la sesión, al ver que su voto era el dirimente, accedió a aprobar la idea de legislar para no propinarle una derrota al Ejecutivo. Incluso, Orsini admitió que “venía a votar en contra”, pero que optó por cambiar de postura como gesto de confianza al gobierno.
Este martes, al entrar a discutir el articulado en detalle (votación en particular), los problemas continuaron. Con votos de derecha se derribó la parte del proyecto que permitía a las FF.AA. colaborar en la frontera, lo cual obligó a las ministras a cargo de la iniciativa negociar con diputados de Chile Vamos para tratar de reponer ese tema en la Sala.
La idea de La Moneda es sacar la reforma esta semana (tentativamente se votaría este miércoles en la sala), no obstante, dados los cambios, la tramitación podría alargarse hasta el lunes o martes siguientes.
Hasta el cierre de esta edición, el debate en la comisión continuaba y el gobierno seguía negociando indicaciones opositoras para destrabar la iniciativa.
En todo caso, algunos en la derecha, especialmente en la UDI y el Partido Republicano, sienten que el gobierno está acelerando innecesariamente el tranco para tratar de dar una señal comunicacional por la agenda de seguridad, por lo que no están dispuestos a apurarse. A favor de la postura de la oposición, juega el hecho de que el proyecto de infraestructura crítica es una reforma a la Constitución, por lo que al Ejecutivo no le basta una mayoría simple para imponer sus términos, como puede ser en los casos de los proyectos tributarios y previsional o bien para desechar acusaciones contra ministros.
Si no prospera, esta reforma, a Tohá solo le quedaría tratar de sacar esta semana la modificación para ampliar los plazos de prórroga de los estados de excepción. Esa iniciativa, sin embargo, es vista solo como un cambio menor y formal, que permitiría a La Moneda consultar cada 45 días y no quincenalmente al Congreso, la renovación de la presencia militar en el sur.
Aún así en la derecha y en el oficialismo no están completamente alineados para apoyar esta iniciativa empujada por Tohá, que se votaría el jueves en la sala de la Cámara.
El problema para la ministra es que los otros temas de su agenda aún están en una fase muy preliminar. El gobierno, por ejemplo, no logró que la Comisión de Seguridad Pública del Senado despachara el proyecto que crea el nuevo ministerio de esta área, considerado el buque insignia de toda la agenda de la titular del Interior.
También pendiente quedó el regreso de la derecha a la mesa de seguridad, que interrumpió su participación en esa instancia luego de los indultos. Incluso, el senador RN, Manuel José Ossandón, uno de los pocos que optaron por no salirse de esas conversaciones, se quejó públicamente por el apuro de Tohá para reanudar el diálogo. Ossandón, además, ya figura con permiso constitucional por un viaje fuera del país y es probable que ya no retorne al Congreso hasta marzo. (Emol-La Tercera)