La ruta F-718, o antiguo camino entre Santiago y Valparaíso, en el tramo que transcurre por el sector de Melosilla y el fundo Las Tablas, conecta los cuatro focos sucesivos que originaron el megaincendio forestal que el 2 y 3 de febrero pasado alcanzó la zona urbana de la provincia de Valparaíso; destruyó 4.552 casas y mató a 134 personas en Viña del Mar y Quilpué.
Así lo detalla el informe que la Unidad de Análisis y Diagnóstico (UAD) de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) evacuó al fiscal Osvaldo Ossandón, quien busca dar con los responsables penales del siniestro, de acuerdo con lo que relató a este diario el director general de Conaf, Leonardo Möder.
«En su informe, nuestra unidad -desde su competencia y técnica investigativa- concluye lo que se puede calificar como un ataque incendiario de cuatro focos y todos a orillas de camino«, dice, refiriéndose a esa ruta secundaria, pavimentada, que transcurre en largos tramos paralela a la Ruta 68 en torno al lago Peñuelas.
Möder sostiene que junto a esa unidad y al director nacional de Conaf, Christian Little, recorrieron esa ruta para inspeccionar la ubicación de estos focos iniciales, comprobando que están a una equidistancia promedio de 1,7 kilómetros uno de otro.
«Yo podría perfectamente decir: mira, una persona aquí en moto va tranquila, a unos 60 km/h, no más que eso, y tira uno, tira otro, tira otro y tira otro (elementos para iniciar incendios)», plantea.
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