Aunque el Gobierno ha sostenido que la informalidad laboral ha disminuido, los datos administrativos muestran una realidad distinta: según la Superintendencia de Pensiones (SP), el 37,7% de los trabajadores no cotiza para su pensión, cifra que se mantiene estable en el promedio anual y supera el 32% registrado al inicio de la actual administración.
La diferencia entre las cifras oficiales y las administrativas se debe a criterios metodológicos. Mientras el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reporta una informalidad de 26% a junio de 2025 —basada en encuestas autorreportadas—, la SP utiliza registros de cotizaciones previsionales, considerados más precisos por expertos como David Bravo, del Centro UC de Estudios Longitudinales. Juan Bravo, del Ocec-UDP, aclara que el INE incluye asalariados públicos y privados, mientras que la SP mide directamente el vínculo con la seguridad social.
El fenómeno también presenta diferencias por género: según el INE, la informalidad afecta más a mujeres (27,6%) que a hombres (24,8%), pero los datos previsionales muestran lo contrario (38,5% en hombres y 35,8% en mujeres). Más allá del debate técnico, el alto nivel de informalidad preocupa a economistas y autoridades.
PERSISTENCIA
Expertos como Tomás Rau (UC) señalan que los trabajadores por cuenta propia enfrentan desincentivos para formalizarse, como ingresos irregulares, percepción de que cotizar es un “impuesto” sin beneficios inmediatos y un sistema de seguridad social poco atractivo. Además, el aumento del salario mínimo y la implementación de la Ley de 40 Horas han elevado los costos laborales, lo que desincentiva la formalización y contribuye al desempleo, que alcanzó el 8,9% en mayo.
Fernando Arab, exsubsecretario del Trabajo, advierte que la informalidad en Chile es casi estructural y representa una forma de precarización laboral, al dejar a millones sin contrato ni protección social.
INDEPENDIENTES
Una parte significativa de la informalidad previsional corresponde a trabajadores independientes que cumplen con obligaciones tributarias pero no están obligados a cotizar. Alejandra López, de la Asociación de AFP, estima que hay 9 millones de personas ocupadas y solo 6 millones de cotizantes, incluyendo rezagados. Desde enero de 2025, la retención por boletas de honorarios subió al 14,5%, consolidando la obligatoriedad iniciada en 2019.
RIESGOS Y DESAFÍOS
El economista Gabriel Cestau advierte que 3,3 millones de personas no están cotizando, lo que representa una “bomba de tiempo” para el sistema previsional. Juan Bravo agrega que cerca de la mitad del empleo informal es dependiente, lo que implica menor acceso a beneficios laborales y pensiones más débiles. Rau prevé que muchos de estos trabajadores dependerán de la Pensión Garantizada Universal (PGU), generando una carga fiscal creciente.
Cestau concluye que el desafío es aumentar la regularidad de las cotizaciones: hoy, la mayoría de los chilenos cotiza solo dos de cada cuatro años, mientras que en países europeos se cotiza al menos tres de cada cuatro. Esa diferencia impacta directamente en el monto final de las pensiones. (Red NP-Copilot-El Mercurio)



