En ese lugar se encuentra desde el 16 de junio en prisión preventiva, tras ser formalizado por delitos tributarios, fraude al Fisco y cohecho en el marco del caso Corpesca.

Luego de que le fuera permitido ser visitado en ese recinto, el legislador recibió a integrantes de la directiva de la UDI -colectividad a la que renunció producto de esta investigación- el 21 de junio pasado, ocasión en la que dirigentes del gremialismo dieron declaraciones a la prensa respaldando a Orpis y cuestionando la actuación de los fiscales.

Aquella vez, el timonel Hernán Larraín comentó a la salida del encuentro -en el que estuvo acompañado también por algunos diputados, como Claudia Nogueira- que “vinimos a ver a un amigo que lo está pasando mal”.

Los más recurrentes han sido sus ex compañeros del comité gremialista en la Cámara Alta. Ayer, por ejemplo, lo fue a ver el senador Juan Antonio Coloma, y un día antes acudió su par Alejandro García-Huidobro. Y la semana pasada, además, lo fue a visitar el senador Víctor Pérez.

Sin embargo, más allá de los encuentros que ha sostenido con sus ex compañeros y correligionarios, Orpis también ha sido saludado en privado por representantes de otros sectores políticos. Uno de ellos fue el senador y ex timonel de la Democracia Cristiana Ignacio Walker.

Consultado al respecto, el parlamentario prefirió no referirse a la visita.

En prisión

Jaime Orpis cumple hoy 36 días de prisión preventiva en el anexo penitenciario Capitán Yáber, luego de que la Novena Sala de la Corte de Apelaciones modificara el arresto domiciliario total que había fijado, el 6 de junio pasado, el Cuarto Juzgado de Garantía.

En medio de los gestos de solidaridad y las visitas que ha recibido Orpis, El Mercurio publicó ayer una carta de la viuda del ex senador DC Gabriel Valdés y madre del actual embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, Sylvia Soublette.

En esa misiva, Soublette defiende al desaforado legislador, mencionando un “ambiente enrarecido” en el país y el clima de desconfianza que -asegura-, “está alcanzando también al Poder Judicial, que parece no saber distinguir entre un delito mayor y uno menor, o un error que podría conformar un delito”.

En la carta, Soublette relata, además, que Gabriel Valdés tenía en alta estima al ex parlamentario.

“Me dijo, refiriéndose al Senado, que el más bondadoso de los senadores era Jaime Orpis. Lo decía porque lo conocía bien y porque en varias ocasiones lo acompañó a visitar los centros de rehabilitación para jóvenes drogadictos fundados por él”, escribió Sylvia Soublette.