El hace pocos meses inaugurado edificio del sindicato de trabajadores del BancoEstado, ubicado a tres cuadras de la sede del Partido Socialista, fue el escenario del comité central de la colectividad celebrado ayer, donde su presidenta, la senadora Isabel Allende, alertó sobre la necesidad de adecuar la agenda de reformas del gobierno al actual escenario de desconfianza de la ciudadanía.
“Digámoslo con franqueza: el gobierno y el proyecto que éste representa enfrenta momentos de debilidad. Los socialistas debemos hacernos cargo de este escenario y actuar en consecuencia. Ha disminuido el apoyo al gobierno y es más complejo impulsar un programa de transformaciones en un marco de descrédito, como el que actualmente existe entre la política y sus representantes”, afirmó.
Frente a una audiencia aproximada de cien personas, y donde figuraron parlamentarios y ministros del partido, como Marcelo Díaz (Segegob), Máximo Pacheco (Energía) y la subrogante de la Segpres, Patricia Silva, la máxima dirigenta socialista agregó que si bien se trata de “reafirmar el programa que comprometiéramos al inicio de este gobierno”, también se deben asumir “las nuevas correlaciones de fuerzas, el juicio crítico de la opinión pública, los nuevos estados de ánimo, los datos económicos inquietantes y el complejo escenario internacional que nos rodea”.
Y agregó que frente al incremento de las expectativas sociales, “debemos explicarle al país, con coraje y sinceridad, que no todas las demandas pueden ser satisfechas simultáneamente”.
Así, enfatizó que “debemos ser capaces de fijar con el gobierno y la coalición una ‘hoja de ruta’ que defina y ordene las prioridades programáticas, y que se construya sobre los desafíos que hoy enfrentamos”.
En este sentido, Allende dijo que para avanzar en esa hoja de ruta se requiere de un nuevo trato entre el gobierno y los partidos de la Nueva Mayoría.
“El gobierno no tiene posibilidades de superar la actual situación de debilidad en que nos encontramos sin apelar a sus bases de apoyo, y esto requiere de diálogo, coordinación y confianza”, afirmó.
“El gobierno y los partidos debemos ser capaces de construir ese ‘nosotros’ que permita que muchos y muchas vuelvan a sentirse comprometidos con el Ejecutivo y la Presidenta. Sin este nuevo contrato no podremos sortear las dificultades en que nos encontramos”, enfatizó.
Tras la ceremonia, Allende insistió en sus dichos. “Hay que ser sinceros y tener el coraje a la hora de decir que con las actuales condiciones de lento crecimiento no será posible hacer todo lo que hubiésemos querido y vamos a tener que priorizar”.
Con todo, aclaró que “tampoco la prudencia y gradualidad en las reformas debe implicar caer presos de la derecha, sus prejuicios, y su intento de correr un cerco paralizador”.
Consultado por las palabras de Allende, el ministro Díaz señaló que si bien se ha avanzado en las reformas incorporadas en el programa de gobierno, “es evidente que cuando las condiciones económicas no son tan favorables, uno debe precisar muy responsablemente los alcances de las reformas”.


