El reciente libro “Nexus”, de Harari, da novedosas luces de por qué es tan desafortunado que las universidades se politicen.
De acuerdo con Harari, los sapiens han dominado la Tierra, gracias a su capacidad de crear redes de información que han permitido la colaboración a una escala cada vez mayor: primero, mediante historias compartidas; luego, usando documentos y burocracia, y ahora, en redes de computadores empoderadas con algoritmos de inteligencia artificial.
Harari alerta que las redes de información de los sapiens casi siempre han privilegiado el poder sobre la verdad. Un buen ejemplo son las redes políticas con sus duras luchas de poder (aunque en democracia estas redes difícilmente sobreviven si ignoran completamente la verdad).
Una excepción son las redes científicas, las que poseen una arquitectura de conexiones, incentivos y mecanismos de autocorrección, que privilegian la búsqueda de la verdad sobre cualquier otra cosa. La gloria en estas redes va para aquellos científicos que demuestran que los previos poseedores de la verdad estaban equivocados.
Independizar a las universidades de la política es vital para no desconcentrar a las redes científicas que ellas albergan de su objetivo medular que es la búsqueda de la verdad. (El Mercurio Cartas)
Patricio del Sol G.